Algo está cambiando en la lonja de Marín. La rada marinense pasó, en una década, de plantearse el cierre por la marcha de barcos a otras lonjas y caladeros, que acarrearon la caída de capturas y facturación, a recuperar niveles de descargas de pesca fresca nunca vistos en los diez últimos años.
Dos factores han motivado esta resurrección. Por un lado, la decisión de una casa armadora de dejar Vigo para regresar a Marín con un barco de grandes dimensiones y, por otro, una gran campaña de captura y venta de pota.
"La pota multiplicó por cuatro las ventas en el último trimestre del año comparado con los meses y los años anteriores", explican desde Noray Pesca, una de las dos empresas comercializadoras de pesca fresca que operan en el Puerto de Marín.
Y los datos provisionales del portal PescadeGalicia avalan esta tesis al reflejar una descarga de 475.700 kilos de dos especies de pota solo en los meses de octubre y noviembre que reportaron más de 755.100 euros de facturación. Una cifra provisional que supera ampliamente los 636.800 euros del 2018, los 537.900 euros del 2019 o los 412.600 euros del 2020.
El aumento de las capturas y de su valor en el mercado es una de las principales causas de la recuperación, pero no es la única. La captación de barcos es un factor fundamental en la reactivación de una lonja que fue referencia en la descarga de pesca fresca y ahí juega un papel fundamental tanto las empresas armadoras como las facilidades que den los operadores y la administración portuaria
"La lonja de Marín es ahora más ágil que la de Vigo", afirman desde Noray Pesca, entidad heredera de la Cooperativa de Pescadores San Miguel, un hecho que ha motivado la captación de un barco de grandes dimensiones que supone un crecimiento en volumen de descargas cercano al 80 %. "Ha comenzado a descargar aquí en el mes de febrero, es un barco potente, y puede servir de tirón para que otros armadores empiecen a hacer lo mismo", confían con optimismo en la empresa comercializadora.
Por el momento, la tendencia ha cambiado y el optimismo está regresando al puerto marinense. Habitualmente Noray Pesca gestiona las descargas de una veintena de barcos, todos ellos faenan en el interior de la ría, salvo uno que lo hace en el exterior de las rías gallegas y otro en la costa de Portugal. Unas cifras similares a las que maneja la otra firma que opera en la rula de Marín, que es Marea Fresca.
Además, de forma reciente el Puerto ha recibido también descargas de un caladero que habían perdido: el Gran Sol. Como consecuencia de las trabas del brexit regresó a Marín un barco que descargaba en puertos británicos. No obstante, estas capturas no se computan en el apartado de pesca fresca porque no pasan por la lonja, engrosan directamente las cifras de pesca congelada, en la que el Puerto de Marín también presume de músculo.