La Policía Científica despide a su jefe, que se va con la "espina clavada" del caso Sonia Iglesias

Pontevedra
17 de enero 2015

José Manuel Abuín cambia de destino para trasladarse a Madrid y, para decirle hasta luego, sus compañeros de las dependencias policiales de Pontevedra y Marín quisieron hacerle una concurrida comida de homenaje en el Parador

El jefe de la Policía Cientifica de Pontevedra, José Manuel Abuín, en el día de su espedida
El jefe de la Policía Cientifica de Pontevedra, José Manuel Abuín, en el día de su espedida / Mónica Patxot

La Brigada de Policía Científica de la Comisaría de Pontevedra se ha quedado un poco huérfana este viernes. El que era hasta ahora su número 1, José Manuel Abuín, cambia de destino para trasladarse de la ciudad del Lérez a Madrid y, para decirle hasta luego, sus compañeros de las dependencias policiales de Pontevedra y Marín quisieron hacerle una concurrida comida de homenaje en el Parador. 

Es tan solo un nuevo paso en la carrera de este inspector que lleva ya 37 años en el Cuerpo Nacional de Policía, 35 de ellos en la Policía Científica, pero sí será un paso importante para los que hasta ahora eran sus compañeros. Lo fueron durante los últimos siete años en que estuvo destinado a Pontevedra, pero también los años previos, en los que trabajó en la Comisaría de Marín.

Su nuevo destino seguirá siendo una Brigada de Policía Científica, en este caso, en Madrid, pues es su "especialidad querida". ÿl mismo señaló este viernes que "la he vivido siempre y la estoy viviendo ahora como si llevara dos años en Policía Científica", pero hay "circunstancias personales" que le han llevado a tomar esta decisión de trasladarse. De todas formas, promete que estará "a puente entre Madrid y Pontevedra".

Este veterano inspector natural de Coles (Lugo) se va, de todas formas, con una "espina clavada", a la que evita poner nombre, pero de la que señala que "todos tenemos en mente", refiriéndose indudablemente a la desaparición de la joven pontevedresa Sonia Iglesias Eirín en agosto del año 2010, todavía sin resolver.

Frente a este caso sin resolver resalta en buen trabajo y los resultados que se tuvieron en la investigación del crimen de las dos ciudadanas chinas que aparecieron muertas en un piso de la calle Amado Carballo. Aunque de eso prefiere no hablar José Manuel Abuín, pues "no me gusta presumir de hechos que salen bien porque creo que es lo que debemos hacer".

En su ausencia, Abuín no cree que la brigada que ahora deje quede coja. Ni mucho menos. En su opinión "hay grandes especialistas en la brigada", que, además, están "comprometidos" con su trabajo. Y es que para este inspector lo "fundamental" para desempeñar bien este trabajo son "profesionalidad, compromiso y entusiasmo".

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