La plantilla de Elnosa protesta contra la "violencia institucional" del Concello y el "sátrapa" de Lores

Pontevedra
17 de junio 2017

La plantilla de Elnosa acompañada de sus familias ha protagonizado una concentración de protesta ante el Concello de Pontevedra para rechazar la "violencia institucional" de la que acusan al gobierno municipal del BNG y al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, al que han calificado de "sátrapa" que pretende "arruinar" sus vidas por apoyar el desmantelamiento de la fábrica

"En los institutos muchas veces se les hostiga por el trabajo de sus padres" /
Concentración de los trabajadores de Elnosa y sus familias delante del Concello
Concentración de los trabajadores de Elnosa y sus familias delante del Concello

La plantilla de Elnosa acompañada de sus familias ha protagonizado una concentración de protesta ante el Concello de Pontevedra para rechazar la "violencia institucional" de la que acusan al gobierno municipal del BNG y al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, al que han calificado de "sátrapa" que pretende "arruinar" sus vidas por apoyar el desmantelamiento de la fábrica.

Durante la concentración una de las trabajadoras, Chus González del Río, leyó un manifiesto en el que expresaba que "no es sencillo vivir nuestro día a día siendo la diana hacia la que apunta y dispara el gobierno del ayuntamiento en el que vives o eres vecino".

"Estamos deseando tener un alcalde que dé la cara por nosotros y pelee a nuestro lado, no en contra nuestra", ha señalado esta portavoz.

En la lectura del manifiesto han criticado que "se utilicen los recursos públicos de los presupuestos municipales para litigar contra la permanencia de los puestos de trabajo" y que el gobierno local "no planteó ni una sola alternativa concreta" para el mantenimiento del empleo.

El próximo mes de diciembre finaliza el plazo para realizar el cambio tecnológico necesario para dejar de producir cloro utilizando mercurio y la preocupación por la continuidad de sus puestos de trabajo empuja al personal de la clorera a movilizarse para "pelear" por la supervivencia los 60 puestos de trabajo directos que genera la fábrica de Lourizán.

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