Los residuos orgánicos que generen unas 39.000 personas, un 46% de los habitantes de Pontevedra, serán tratados en la planta de compostaje que el Concello proyecta en la parroquia de A Canicouva. Así lo ha desvelado este miércoles la concejala de Medio Ambiente Natural, Carme da Silva. Serán aquellas que vivan en las áreas más pobladas del casco urbano.
Este cálculo, que parte del plan de residuos que está elaborando la Deputación, permite al gobierno municipal "dimensionar " la planta, de forma que los técnicos municipales puedan trabajar ya en el proyecto definitivo. Carme da Silva ha avanzado que tratará unas 6.000 toneladas de residuos orgánicos al año, tres veces menos que lo planeado inicialmente.
La planta podría contar también con una línea de tratamiento de los residuos que no sean bien separados en origen, para lo cual la Universidad de Vigo ya está analizando el posible aprovechamiento que pueda tener el compost que no sea de una calidad óptima.
El resto del municipio adoptará también el sistema del compostaje para reciclar sus residuos orgánicos, pero lo harán a través de otros métodos.
Así, unos 21.000 pontevedreses -el 26% del total- contarán con un compostero individual en sus viviendas, todas ellas unifamiliares. El Concello calcula que se repartirán cerca de 9.000 recipientes, principalmente en las quince parroquias el rural de Pontevedra.
La red se completará con los casi 200 centros de compostaje comunitario, similares a los instalados en Monte Porreiro y Campañó, que darán servicio a unos 23.000 habitantes, el 28% del padrón municipal. En este caso, serán en zonas rurales o en barrios con espacio suficiente para instalar este tipo de composteros como Campolongo, A Parda o el Gorgullón.
Carme da Silva ha desvelado además otros detalles sobre el nuevo sistema de recogida de basuras que se pretende implantar en Pontevedra.
La llegada del compost implicará cambios en los contenedores. Se baraja la posibilidad de habilitar un quinto contenedor, de color marrón, para depositar en él los restos orgánicos; o dejarlo en cuatro, mezclando los envases y los plásticos con la denominada fracción seca. Serán los técnicos municipales los que tomen esta decisión.
Además, será necesario ampliar la plantilla de la empresa que se encargue de la recogida de basuras a partir de junio de 2017, fecha en la que vence el nuevo contrato, ya que se aumentarán las frecuencias de recogida y el personal tendrá que supervisar también el funcionamiento del sistema de compostaje. Todo ello se recogerá en un nuevo reglamento.
Todas estas conclusiones se extraen del estudio que ha realizado la Deputación de Pontevedra, que ha recogido datos sobre el consumo y el padrón de los municipios de la provincia para establecer el número de toneladas de residuos orgánicos que se producen en Pontevedra, determinando el mejor sistema de compostaje que se debe implantar en cada caso.