Nunca antes habían visto tanto público y tan cálido en un Mundial de Duatlón como el que se encontraron en Pontevedra. Esta reflexión, realizada por gran parte de los atletas que lograron medalla en nuestra ciudad, se puede hacer extensible al fin de fiesta. Porque seguro que ninguno de ellos vivió tampoco jamás una ceremonia de clausura tan animada como la que disfrutaron en el Recinto Ferial ya bien entrada la noche.
Y todo gracias a una Orquesta Panorama que volvió a demostrar, una vez más, su gran poder de convocatoria. Porque había atletas, sí. Aún con las banderas a su espalda y ataviados con la vestimenta oficial de su selección. Había también cientos de pontevedreses que habían estado horas antes animando a los duatletas. Pero sobre todo había, y muchos, fans incondicionales de la orquesta llegados de numerosas localidades gallegas solo para verlos a ellos.
Una vez terminadas todas las pruebas y entregadas todas las medallas del Mundial de Duatlón, los deportistas, despojados de todo tipo de nervios y tensiones, dieron rienda suelta a sus ganas de fiesta. Y se encontraron con una actuación que, como siempre en esta orquesta, rozó la perfección. Un espectáculo de música, luz y baile que hizo las delicias de propios y extraños. De aquellos que les veían por primera vez y de los que conocen ya su repertorio de memoria.
Un fin de fiesta espectacular para dos intensas jornadas de vibrante competición y con la que se despide un increíble Campeonato del Mundo de Duatlón, en el que el público no ha cesado de arropar a todos los participantes que se han acercado a Pontevedra para disfrutar de lo mejor del duatlón mundial.