Apenas dos días después de una vigésima Feira Franca que cumplió con todas las expectativas, la organización de la fiesta piensa ya en la edición del próximo año.
La edil de Festas, Carme da Silva, ha desvelado que el Consello Aberto da Feira Franca, que se reunirá próximamente para hacer balance del evento, trabaja ya en "ideas" que permitan ampliar su programación.
En el futuro de la Feira Franca, según Da Silva, tendrán cada vez más protagonismo el río Lérez y el puente de O Burgo. Este "símbolo da cidade", como lo ha definido la concejala nacionalista, cobrará importancia tras su rehabilitación.
"Vaise a incorporar con máis forza á festa", ha explicado, tras haber probado tímidamente este año una serie de actividades en el Lérez con la presencia de una veintena de embarcaciones tradicionales y de exhibiciones de oficios tradicionales en la Praza do Peirao.
Este espacio será "moi importante" en la futura Feira Franca, ya que el puente y el desaparecido puerto que había en sus inmediaciones "teñen moita relación con esta festa", ya que en el medievo había un gran tráfico de mercancías que llegaba a Pontevedra por mar.
Además, el Concello asegura que estudiará las peticiones cada vez mayores para que se instalen un mayor número de baños químicos por la ciudad, a pesar de que el gobierno municipal reconozca que "non é facil" por la falta de espacio en el centro histórico.
La Feira Franca ha supuesto, según Carme da Silva, un broche de oro a unas Festas de Verán "espléndidas". La edil ha querido felicitar a todos los pontevedreses por haber sido un "exemplo" de participación activa, de implicación en estas fiestas y, sobre todo, por haber disfrutado de ellas "con alegría e bo ambiente".
En los próximos días, el Concello encargará un estudio que analice el retorno económico que, para la ciudad, han tenido estos casi tres meses de actividades continuas en el espacio público y que, ha destacado Da Silva, han demostrado la "magnífica convivencia" que hay en Pontevedra.