El tan citado espíritu navideño ha brillado por su ausencia en el pleno municipal de este lunes. Ha sido una sesión bronca y llena de tensión, que ha dejado en evidencia la distancia que separa actualmente al BNG no solo con el PP, sino también con sus exsocios del gobierno, el PSOE.
Las hostilidades entre gobierno y oposición comenzaron ya con un asunto que, hasta ahora, no había generado nunca demasiado problema: la aprobación de facturas pendientes.
El socialista Iván Puentes, socio del BNG en el pasado mandato, acusó al gobierno municipal de actuar con "prepotencia, arrogancia" y de estar instalados estos últimos seis meses en una "falta de diálogo absoluta", a pesar de no tener la mayoría suficiente para poder gobernar.
El PSOE, que acabó votando a favor de pagar esas facturas porque "foron servizos prestados correctamente e de boa fe" por diversos proveedores, ha lamentado la "nula capacidade" del BNG para entender "a situación na que están", que Puentes califica como "minoría absoluta".
"Que esto lles sirva de toque de atención e de chamada ao diálogo e ao consenso", ha añadido.
Rafa Domínguez, por su parte, ha justificado su voto en contra en que el PP "no somos conocedores" de la necesidad de estos contratos ni participaron de su tramitación. "No nos pueden pedir nuestra confianza", ha señalado.
Pero el líder popular fue más duro con el secretario del pleno, que emitió un informe "repugnante" instando a los concejales a favor a favor de la aprobación de estas facturas, que contaban con el aval de los técnicos. "No puede inducir o dejar por escrito lo que debemos votar", ha asegurado
El edil de Facenda, Raimundo González, ha censurado la postura "inconsistente" del PSOE y que el PP esté instalado en la "filosofía do non", lamentado que socialistas y populares hayan querido convertir este pleno en un "mitin poselectoral"
"Só lles pido coherencia", ha señalado González, que ha lamentado que la oposición utilice los informes de los técnicos "cando lles veñen ben, incluso sacándoos fóra de contexto, e cando nos lles gusta usan toda unha batería de descualificacións".
Pero en donde quedó reflejada la división que existe actualmente entre el gobierno y la oposición fue en el debate de la propuesta del PP para impulsar la redacción y aprobación de una nueva relación de puestos de trabajo (RPT) en el ayuntamiento pontevedrés.
La edil popular Pepa Pardo ha reclamado al gobierno municipal retomar la propuesta negociada con los sindicatos en 2019 y actualizarla, algo que según ha subrayado en una cuestión de "derecho, dignidad y respeto" a los que son la "clave de bóveda" del ayuntamiento.
Tras recordar que fue el gobierno quien decidió "meter en un cajón" esa nueva RPT, Pardo ha asegurado que esa decisión fue "total y absolutamente arbitraria y política", dejando una estructura "del siglo pasado" y que "no obedece a las necesidades" de la sociedad actual.
"Les pido que retomen la negociación con los trabajadores, a los que tantas veces han faltado al respeto", ha afirmado la concejal del PP, poniendo fin a los "remiendos" que han supuesto las numerosas modificaciones de la RPT en vigor y a los "abusos y menosprecios" al personal.
Los socialistas, que han facilitado la aprobación de esta iniciativa el PP al votar a favor, han señalado, por boca de su portavoz, Iván Puentes, que esta situación es fruto de la "arrogancia" del BNG y de la "criminalización" que hacen de los propios trabajadores municipales.
Puentes ha censurado las "mentiras" del gobierno municipal y sus intentos de "terxiversar e manipular" a los ciudadanos con este asunto, impulsando una "batalla inventada entre un alcalde austero e un traballadores aproveitados que queren cobrar máis".
La aprobación de la nueva RPT, según el edil socialista, no es para que los funcionarios cobren más, sino para que los ciudadanos tengan más derechos y mejores servicios. "O que pedimos é que Pontevedra teña unha RPT digna e unha plantilla organizada e estruturada", ha resumido.
Eva Vilaverde, edil responsable de personal en el gobierno municipal, ha lamentado que PP y PSOE pidan una nueva RPT cuando en la Deputación, tanto el anterior ejecutivo provincial como el actual, aprueban continuas modificaciones en lugar de impulsar una nueva relación.
"Descubrimos que o criterio non é o mesmo estando no goberno que estando na oposición", ha ironizado Vilaverde, que ha defendido que estas modificaciones son "máis flexibles" que una RPT nueva y permiten adaptar cada año la estructura municipal a las necesidades de la ciudad.
El estudio realizado en 2019 para una nueva RPT, ha añadido la concejala del BNG, "non é posible levalo a cabo porque non é viable", especialmente a nivel económico, ya que la subida salarial "xeralizada" provocaría "subir impostos e taxas porque non dá".
Además, ha sostenido que legalmente "tampouco sería posible", al superar el incremento salarial que fija el Estado para los empleados públicos", y que dicha relación de puestos de trabajo "non se adapta ás necesidades actuais" de las administración municipal.
Siguiendo el debate en las bancadas del Teatro Principal estuvo una nutrida representación de los sindicatos de la junta de personal, que acusaron al gobierno municipal de "mentirosos" y pidieron de manera reiterada la dimisión del alcalde por no negociar con sus trabajadores.
El propio Fernández Lores amenazó en varias ocasiones con suspender el pleno ante las interrupciones que sufrieron las intervenciones de la edil responsable de personal.