La investigación policial y judicial para aclarar la desaparición de Sonia Iglesias continúa a ritmo lento, pero intenso. El caso se reabrió meses atrás, pero es mantuvo bajo un total mutismo hasta que el pasado 20 de febrero se realizó un registro exhaustivo y visible de la cada de la familia de Julio Araújo, ex pareja de la desaparecida, en San Mauro. Desde entonces, se sigue trabajando y "analizando una serie de datos".
Así lo indicó el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, este martes durante una visita a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. A preguntas de los periodistas y en respuesta a la atención mediática que está provocando el caso, reconoció que se realizó una actuación visible y "es normal que en un caso tan mediático haya interés".
Santiago Villanueva indicó que en estos días en los que no se están practicando diligencias judiciales la investigación "continúa" por parte de la Policía Nacional, que mantiene investigados a nivel policial a Julio Araújo y su hermano David. De hecho, recuerda que "no dejó de trabajar en ningún momento" y, tras recoger un buen número de pruebas en los registros en la casa y el coche de un familiar en Vilalonga (Sanxenxo), ahora llega el momento del análisis.
El delegado del Gobierno ha insistido en que hay una investigación bajo secreto de sumario y ha hecho un llamamiento a que se mantengan reservados todos los detalles del caso, pues "cualquier dato podría poner en peligro la investigación".
"Siempre digo que confiamos en la Policía y vamos dejar que sigan trabajando", añadió Villanueva, y explicó que están "deseando" que se solucione "por la familia y por los agentes de la Policía", que lleva investigando el caso siete años y medio, desde el 18 de agosto del año 2010.