La fusión de los registros de la propiedad de Ponte Caldelas y Redondela fue este miércoles protagonista del pleno en el Parlamento de Galicia a través de una pregunta presentada por el grupo parlamentario socialista. Para presenciarla y mostrar su rechazo a esta medida, el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, acudió al Pazo do Hórreo en Santiago de Compostela.
El alcalde denuncia la "incertidumbre" que se abre con esta fusión de la demarcación registral. El decreto elaborado por el Ministerio de Justicia sobre este particular prevé que las oficinas continuarán abiertas, pero Andrés Diaz destaca que el registro de Ponte Caldelas pasa a depender funcionalmente de Redondela, de modo que no puede descartarse un cierre en el futuro y que los vecinos tengan que acabar desplazándose para los trámites relacionados con sus propiedades inmobiliarias.
En su opinión, tanto el servicio como las tres personas que trabajan en las dependencias pasan a estar en una "situación de provisionalidad" e incluso existe la posibilidad de despidos entre la plantilla como consecuencia de esta fusión.
Andrés Diaz recuerda que el registro está muy arraigado en la localidad y que el Concello de Ponte Caldelas aprobó una moción unánime el pasado mandato municipal con el objetivo de frenar esta decisión.
Al respecto, llama la atención sobre el hecho de que "ahora el PP está muy callado porque todo lo que tenga que ver con Ponte Caldelas les quema en las manos" y critica el "pasotismo" de la Xunta de Galicia, y especialmente del conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, Alfonso Rueda, que "se lava las manos en este asunto".
El registro de Ponte Caldelas es el único que se elimina en la provincia y Andrés Diaz considera que es un recorte "injustificado" que, además, no tiene sentido en el contexto actual de crecimiento poblacional.