Rafa Domínguez y Kiko da Silva se han visto las caras este miércoles en los tribunales. En concreto, ante el juzgado de Primera Instancia número 4, el encargado de dilucidar si, como asegura el artista, el portavoz del PP vulneró su derecho al honor.
Da Silva demandó a Domínguez después de que éste cuestionara los contratos firmados con el Concello para diseñar los carteles del Entroido pontevedrés durante más de una década y asegurara que fueran adjudicaciones a dedo por ser una persona afín al BNG.
Tras la celebración del juicio, el abogado del portavoz del PP, Juan Abeigón, ha asegurado que "nuestras sensaciones han sido buenas" y ha defendido que las pruebas presentadas "nos dan la razón", por lo que confía en que la demanda se desestime.
En eso coincide la Fiscalía, que se ha unido a la petición de la defensa para que se retiren todos los cargos contra el líder de los populares pontevedreses y contra el propio partido, también demandado por la emisión de varios comunicados de prensa sobre este asunto.
Para Domínguez sus declaraciones se enmarcan en el ejercicio de su "libertad de expresión" hacia la política de contratación del BNG, al entender que el dinero de todos los pontevedreses "siempre acaba en los bolsillos de personas afines".
"Una persona se ha sentido molesta y me ha llevado al juzgado", ha añadido el portavoz del PP, que ha asegurado que "no tengo nada personal ni profesional" contra Kiko da Silva y ha achacado esta demanda a los "intereses" de los nacionalistas.
En su labor de fiscalización del gobierno municipal "no me van a frenar", ha dicho Rafa Domínguez, que ha concluido afirmando que "estoy muy tranquilo y estoy muy contento con el juicio porque ha salido todo como esperábamos".
Kiko da Silva, por su parte, ha afirmado que "volvería a facer o mesmo que fixen" porque entiende que en la política actual "se están pasando uns límites que non se deben pasar" y los ciudadanos tienen derecho "a non ser utilizados polos políticos nas súas leas persoais".
Ha explicado que él es un artista autónomo que lleva desde los 17 años trabajando como ilustrador que "é o único oficio que teño", ya que ha apuntado que "nunca tiven ningún tipo de cargo político" y no ha cobrado sueldo alguno.
"Non se debe utilizar a persoas físicas, traballadores autonómos que pagamos os nosos impostos e que nos estamos rexindo á legalidade de todos os concellos", ha subrayado Da Silva, que ha censurado que Domínguez, en su intento por ser alcalde, "manche a profesionalidade dos traballadores da cidade".
Esta forma de hacer política, ha reiterado el ilustrador, es "errónea" y "moi pouco ética", por lo que considera que "deben replantexarse certas cousas".
Con respecto a la postura expresada por la Fiscalía, Kiko da Silva ha lamentado que "deixa de manifesto que os cidadáns podemos estar indefensos" y que los trabajadores "imos a volver aos tempos de non dicir a ideoloxía que temos non vaia a ser que o utilicen na nosa contra".
Da Silva entiende que como sociedad "estamos voltando a tempos escuros" y considera que como ciudadanos "debemos reivindicar a liberdade de poder traballar e poder manifestar a nosa ideoloxía e a forma de entender o mundo".