Pontevedra ha vuelto a realizar un viaje en el tiempo de seis siglos. Este sábado, allá donde se fuese, todo recordaba a la ciudad del siglo XV a la que el rey Henrique VI concedió el privilegio de un mercado libre de impuestos de un mes. A pesar de que por momentos, durante la tarde, la lluvia hizo acto de presencia, la poboación se echó a las calles. Eso sí, la participación fue, durante todo el día, inferior a la de años anteriores.
Pontevedreses y visitantes volvieron a vestirse de época de forma masiva, aunque este año hubo máis asistentes vestidos acorde al siglo XXI y menos con ropajes medievales que en años anteriores.
Muchas guerreras y guerreros, una amplia variedad de mesoneras y taberneros, comerciantes de distintos gremios, damas, caballeros, nobles, campesinos y campesinas tomaron las calles y plazas del casco histórico.
Actuaciones de música medieval; pasacalles; recreaciones; actividades como tiro con arco, danza cetrería o esgrima contribuyeron a ese viaje en el tiempo que cada año gana más adeptos e incluye actividades para todos los públicos.
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