Habrá operativo para bajar e inspeccionar el pecio del Villa de Pitanxo, el pesquero de Marín que se hundió el pasado 15 de febrero en aguas de Terranova (Canadá). Será en 2023, aunque la fecha concreta aún no está determinada.
Así lo ha confirmado el Gobierno, en respuesta escrita a una pregunta registrada en el Congreso por el diputado del BNG, Nestor Rego.
Esta operación, reclamada por las familias para recabar pruebas que aclaren las causas del naufragio se desarrollará "teniendo en cuenta la meteorología de la zona y la disponibilidad de los medios que intervengan", añaden desde el ejecutivo de Pedro Sánchez.
La licitación de este operativo, que se contratará a medios privados, "se tramitará conforme con la ley de contratos del sector público y las operaciones tendrán lugar en el año 2023", según recoge la contestación del Gobierno al diputado nacionalista.
Así, tras localizarse los restos del barco, se procederá a su inspección visual mediante un vehículo operado remotamente (conocido como ROV) dotado de cámaras para examinar distintos aspectos del buque que "puedan resultar de interés para la investigación de seguridad".
A este respecto, el Gobierno insiste en que está a disposición "de lo que indique la CIAIM y los tribunales para avanzar en la investigación de este trágico accidente marítimo".
Ya esta comisión de investigación de accidentes e incidentes marítimos confirmó a las familias de los 21 marineros fallecidos que se licitaría las operaciones de búsqueda e inspección del buque, después de meses solicitando al Estado que así lo hiciese.