La defensa del conductor del autobús de Pedre: "Con niebla, con lluvia, con balsa de agua, salvo un suicida, nadie va a 90 km/h"

Pontevedra
09 de noviembre 2023

La pasajera superviviente ratificó en el juzgado su declaración, coincidente con la del conductor, y aseguró que no circulaba con exceso de velocidad. Un informe de la Guardia Civil apunta a que circulaba a 90, pero él afirma que iba a 60 o 70. Su abogado mantiene que la pericia "parte de premisas erróneas" y es "interesada"

Manuel Carpintero, abogado Mónica Patxot

Nuevos pasos en la investigación judicial del accidente de un autobús en Pedre, en Cerdedo-Cotobade, en el que en la Nochebuena de 2022 fallecieron siete personas. Este jueves declaró en el juzgado Rosario González, una de las dos supervivientes del accidente, junto con el conductor mientras la instrucción está ahora pendiente de la llegada de informes periciales.

La pasajera superviviente ratificó en el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra su declaración anterior, que es coincidente también con la versión del conductor. Según ambos, no circulaba con exceso de velocidad, sino que lo hacía con todas las precauciones dadas las condiciones climatológicas adversas. 

Estas dos declaraciones contradicen al informe sobre el accidente realizado por la Guardia Civil, que apunta a que el conductor circulaba por la N-541 con exceso de velocidad, a 90 kilómetros por hora cuando la vía estaba limitada a 80. 

La defensa del conductor trabaja para desmontar ese informe y el juzgado está ahora pendiente de recibir dos o posiblemente tres informes periciales encargados sobre lo ocurrido. Buscan "acreditar que este señor dijo la verdad" explicó su abogado, Manuel Carpintero, que añade que la pericia que aporta la Guardia Civil "parte de premisas erróneas". Añade la posibilidad de que sean también premisas "interesadas". "Me da la sensación de que es una pericia interesada", insiste.

"En este país, la culpa es siempre del chófer o del conductor del Alvia", sostuvo el abogado en declaraciones a los medios de comunicación a las puertas de los juzgados de A Parda. 

"En este país, la culpa es siempre del chófer o del conductor del Alvia"

En su opinión, la Guardia Civil llega a la conclusión de que C.M. circulaba a 90 kilómetros por hora "sin partir de ningún dato objetivo" y le parece "muy aventurado" e incluso "poco ético" que un político haga esas afirmaciones, en alusión al delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, que fue el que avanzó los datos del informe

El abogado también recuerda que la superviviente también coincide con la versión de su defendido, que tiene la condición de investigado por siete delitos de homicidio por imprudencia. "Sería la que tendría que tener un resquemor, que tendría que tener una inquina con ese señor. Murió una amiga de ella, murió mucha gente. Sería la primera que tendría que decir iba como un loco" y, sin embargo, afirma que iba a velocidad adecuada.

Manuel Carpintero insiste también en que "con niebla, con lluvia, con balsa de agua, salvo un suicida, nadie va a ir a 90 kilómetros por hora". Y en que el conductor mantuvo desde un principio que había lluvia y niebla y un tiempo que ni siquiera le habría permitido ir a esa velocidad.  Asegura que iba a entre 60 y 70 km/h "y controlando mucho porque es un autobús". 

El abogado denuncia que la Guardia Civil "parte de premisas erróneas": "Me da la sensación de que es una pericia interesada"

El letrado recuerda, en este sentido, que diversas asociaciones y colectivos ya habían denunciado el mal estado de la carretera donde se produjo el accidente. De hecho, en la actualidad existe una lucha también a nivel político del conocido como Pacto de Pedre para conseguir mejoras en esa vía y denunciar su peligrosidad.   

Al respecto, insiste en que "no hay más que ver las declaraciones que hace a superviviente. Dice que en el momento que pisó la balsa, aquello era como si hubiese pisado hielo". Ella sostiene "que no iba rápido, en un momento determinado, él dijo 'se me va el coche'. Y, de repente, como si fuese sobre hielo".

El conductor tiene una dilatada trayectoria e incluso un reconocimiento meritorio por su labor en el transporte internacional y en la actualidad ha vuelto a trabajar para la misma compañía, Monbus. Tras un tiempo de baja, le han dado el alta y está de servicio de nuevo a pesar de que su abogado reconoce que tiene "magulladuras psicológicas" y un trauma por lo ocurrido.  

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