La crisis dispara la economía sumergida en la provincia al 27% del PIB

Pontevedra
29 de enero 2014

Según se desprende de este estudio, la tasa de economía sumergida pontevedresa supera a la nacional, que se sitúa en el 24,6%, alcanzando los 253.000 millones de euros

La economía sumergida en la provincia de Pontevedra suma y sigue. Su tamaño aumentó durante la crisis hasta situarse en el 27% de su Producto Interior Bruto (PIB) al cierre de 2012, según datos del avance del fraude en España durante la crisis, presentado este miércoles por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).

Según se desprende de este estudio, la tasa de economía sumergida pontevedresa supera a la nacional, que se sitúa en el 24,6%, acadando los 253.000 millones de euros.

El informe revela que el volumen de la actividad económica en negro aumentó debido en gran medida al efecto "arrastre" provocado por el 'boom' inmobiliario, ya que en los años previos logró crear una gran dependencia de la economía ligada a este sector y que fue imposible de cortar por lo sano en los primeros momentos de la crisis económica y financiera.

Al tsunami del ladrillo le siguieron otras causas que influyeron de modo decisivo en el aumento del fraude, como el espectacular repunte del paro ⿿triplicándose la tasa de desempleo hasta el 26% de la población activa a finales de 2012⿿, las subidas de impuestos que no fueron acompañadas por un eficiente control tributario y la multiplicación de casos de corrupción política y empresarial.

Además, a estos factores se sumó uno transversal, que es el masivo uso de billetes de 500 euros en nuestro país, que representa el 73,7% del efectivo en circulación y el 14% del valor de todos los billetes de 500 que se manejan en la zona euro. Estos billetes son el instrumento preferido por los defraudadores para saldar operaciones al margen del fisco.

BAJA CONCIENCIA SOCIAL

Por otro lado, más allá de los datos puramente económicos, el informe señala que en España existe un grave problema de moralidad con el pago de impuestos, lo que complica aún más la equiparación de nuestro nivel de fraude al de otros países europeos donde la cultura del fraude no está tan enraizada. De hecho, sólo Italia, Portugal y Grecia presentan valores superiores a los españoles, pero aún nos situamos muy lejos de países como Alemania (13,1%), Francia (10,8%) o Gran Bretaña (10,1%).

Para hacer frente a todos estos desafíos originados por la economía sumergida, los Técnicos del Ministerio de Hacienda proponen, entre otras medidas, conocer la verdadera dimensión del fraude a través de estudios oficiales realizados por entidades independientes. Además exigen una mayor y mejor coordinación entre la Agencia Estatal Tributaria (AEAT) y las Haciendas autonómicas, creando una base de datos fiscales única.

Entre los cambios que debe afrontar el fisco los técnicos de Hacienda añaden la necesidad de una mayor dotación de recursos y personal, ya que según los datos de la OCDE España cuenta con un empleado de Hacienda por cada 1.928 contribuyentes, frente a los 860 de Francia, 729 de Alemania o los 551 de Luxemburgo.

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