La construcción del emisario submarino, "prioridade número un" de la Xunta en el plan de saneamiento de la Ría

Pontevedra
01 de julio 2016

La conselleira de Medio Ambiente manifestó su decepción por la ausencia de representación política del Concello capitalino en la reunión, pues estaban los alcaldes de Poio y Marín, Nito Sobral y María Ramallo, y de Pontevedra estaba el ingeniero municipal, Jesús Gómez Viñas, pero ningún cargo político, pues todos los concejales y y el alcade participaban a la misma hora en el Pleno

Reunión de las conselleiras de Medio Ambiente y do Mar con los concellos de Pontevedra, Poio y Marín y las cofradías PontevedraViva

Las consellerías de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y del Mar de la Xunta de Galicia anunciaron este viernes a las cofradías de la Ría de Pontevedra y a los ayuntamientos de Poio, Marín y Pontevedra que la construcción del emisario submarino de la ría será "prioridade número un" dentro del plan de saneamiento pontevedrés, lo que significa que las actuaciones previas comenzarán de inmediato

Las conselleiras de Medio Ambiente y Mar, Beatriz Mato y Rosa Quintana, trasladaron este anuncio en el transcurso de una reunión en la delegación de la Xunta en Pontevedra y precisaron que este mismo año se realizará el estudio de alternativas y se iniciará la redacción del anteproyecto. De manera más inmediata, en el mes de agosto, está previsto realizar la batimetría para comprobar cuál sería el emplazamiento más adecuado para el nuevo emisario, así como el estudio previo del trazado y los puntos de vertidos, pero los datos concretos dependen de los técnicos.

El emisario submarino es una de las tres propuestas que las conselleiras pusieron sobre la mesa en la reunión para continuar impulsando el saneamiento de la ría de Pontevedra, pero su plan también pasa por otras dos medidas: agilizar la construcción de la depuradora de Poio y la puesta en marcha de manera inmediata de una solución provisional que dé respuesta a los vertidos de la zona conocida como Cocheras, en la parroquia pontevedresa de Lourizán. En su opinión, el "camiño a seguir" es apostar "pola eficiencia e o diálogo con todos os actores implicados".

En relación con los vertidos en Cocheras, Beatriz Mato explicó que objetivo es "reducir canto antes os alivios que se producen nun núcleo urbano e moi preto dun banco marisqueiro" de Os Praceres. Augas de Galicia instalará una compuerta móvil en el aliviadero para disminuir esos alivios mientras la constructora y el ayuntamiento no logran la solución definitiva, puesto que se trata de la red municipal. Además, también se optimizará el funcionamiento del bombeo de Poio para conseguir un flujo de caudal más homogéneo que minimice la posibilidad de que se produzcan los alivios en tiempo seco.

En este punto, la conselleira manifestó su decepción por la ausencia de representación política del Concello de Pontevedra en la reunión, pues estaban los alcaldes de Poio y Marín, Nito Sobral y María Ramallo, y de Pontevedra estaba el ingeniero municipal, Jesús Gómez Viñas, pero ningún cargo político, pues todos los concejales y alcaldes estaban en el pleno de la corporación que se estaba celebrando en ese mismo momento.

"Lamento profundamente que non estea o concello e o compromiso do Concello de Pontevedra nesta segunda xuntanza porque ten moito que decir e moito que facer no saneamento da ría", indicó la conselleira de Medio Ambiente, que recordó que esta segunda reunión está convocada desde el 10 de mayo y estaban "bloqueadas as axendas de dúas conselleiras", mientras que el Pleno pudo convocarse otro día.

En relación con la depuradora de Poio, la Xunta solicitó al concello agilidad en la toma de decisión para la ubicación de la instalación, dado que en este momento existen tres posibilidades viables técnicamente, una en Samieira, otra en Monte Covelo y la tercera en Sanxenxo. El gobierno gallego quiere agilizar el máximo posible a construcción de la nueva EDAR del municipio, dado que es una pieza importante en el saneamiento de la ría, pero la decisión definitiva depende depende del Concello de Poio, pues, entre otras cosas, deberá asumir el mantenimiento de la nueva infraestructura y la de Monte Covelo será mucho más cara.