Las 40 hectáreas que ardían durante la madrugada de este viernes en Barro se suman a las más de 4.079 hectáreas que se han calcinado durante la última semana en la provincia, de las que 3.300 constituían monte arbolado y muy productivos. Por este motivo, la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, mantuvo un encuentro con los alcaldes y representantes de aquellos concellos que habían sido decretados con nivel 2 con motivo de la oleada de incendios y el peligro que existía en estos municipios para casas y ciudadanos.
Indicó que en la segunda semana de agosto los incendios registrados en la provincia llegaron a 195, aunque 147 eran conatos. A todos ellos se destinaron como mínimo, una brigada, una motobomba y, en algunos casos, un helicóptero. Ángeles Vázquez destacó la ayuda por parte de los concellos y de Protección Civil, además de apuntar que técnicos y brigadistas se incorporaron en muchas ocasiones al trabajo cuando se encontraban de días libres.
El alcalde de Cotobade, Jorge Cubela, donde se han quemado más de 600 hectáreas reclamaba más vigilancia en los montes al entender que los fuegos se repiten en los mismos puntos casi todos los veranos. En este sentido, Ángeles Vázquez indicó que será una medida que se estudiará para aumentar el número de las cámaras de vigilancia que ya se encuentran en los montes y cuya ubicación no se hace pública.
La conselleira indicó que el fuego es un problema de todos y destacó la necesidad de gestionar las masas forestales. Tras los últimos incendios, Vázquez avanzó que lo importante ahora es restaurar las zonas quemadas retirando los árboles quemados y evitando que la masa vegetal desaparezca.
En relación con la limpieza de los montes, la máxima responsable de Medio Rural afirmó que no es posible limpiar la maleza todos los años en el monte. Estas labores se realizan cada dos años, apuntó.
Jorge Cubela reclamó una reflexión por parte de los alcaldes para hacer expedientes de oficio en aquellos casos de las fincas que no se mantengan limpias y con especies invasoras o eucaliptos cerca de las viviendas. Recordó que los ayuntamientos pueden imponer multas de mil euros si no se ejecuta la limpieza necesaria. Además, invitó a los vecinos a que colaboren cada vez que se encuentren con algún tipo de situación extraña en los montes a que alerten a las autoridades para que se intervenga.
Los alcaldes esperan la intervención de la Xunta de cara a evitar que un otoño lluvioso pueda derivar en que la ceniza de los montes afectados por los fuegos termine en las rías provocando daños en los bancos marisqueros.