Sonia Vázquez, madre de una joven de 18 años que sufrió un ictus, explica que a pesar de las dificultades "hay que respirar hondo y contar siempre con la ayuda de los profesionales". Para Mónica Piñeiro, hermana de un accidentado de tráfico, es muy importante la colaboración entre terapeutas y familia y que el paciente "sea colaborador".
Ambas son dos ejemplos de la importancia que la familia tiene para el tratamiento y recuperación de personas que han sufrido daño cerebral. Así se ha destacado en la celebración del Día del Daño Cerebral Adquirido que ha celebrado el Instituto de Neuro-rehabilitación Quirónsalud Pontevedra.
Una tercera mujer, Teresa Pulido, explicó que después de que su marido sufriese un síncope, la situación fue complicada para el equipo médico y la familia y destacó que la ayuda del centro y la terapia conjunta "es la base del resultado extraordinario".
Las tres relatoras destacaron la coordinación entre el equipo de profesionales que trabajan en la unidad como la garantía de éxito de las terapias que se realizan para la recuperación de los lesionados y señalaron que es importante tener "toda la información posible" sobre la posible recuperación que los médicos establecen para que las familias colaboren en conseguirlos.
La acogida, el seguimiento y el apoyo terapéutico a las familias "garantizan una mejor adaptación a la nueva situación que les ha tocado vivir", según Nataly Iglesias, trabajadora social que fue la encargada de encargada de presentar a las familias.
A su llegada a la unidad, las familias son acogidas con el protocolo de ingreso-acogida del paciente, donde la información clínica se completa con una historia social del paciente y su contexto familiar, para establecer una intervención terapéutica centrada en el paciente.
La familia es acogida por la trabajadora social que informa del protocolo de valoración inicial del paciente, sus rutinas diarias y presenta al equipo médico responsable del proceso.
En torno a la tercera semana de tratamiento, familia y equipo terapéutico se reúnen para compartir información sobre la adaptación, evolución y los objetivos terapéuticos que son actualizados por el equipo médico, cada semana.
A partir de entonces, las familias establecen con el médico rehabilitador y el neuropsicólogo de referencia, citas semanales de seguimiento en las que se intercambia información sobre la evolución del paciente y se proporciona soporte para el manejo conductual y emocional.
Los profesionales aplican un tratamiento integral, intensivo y multidisciplinar donde intervienen especialistas en Medicina Rehabilitadora, Medicina de Familia, Neuropsicología, Psiquiatría, Logopedia, Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Trabajo Social y Enfermería.
Según la evolución de cada persona, se prepara un alta programada para que la familia pueda preparar el retorno al domicilio, contar con los recursos sociales que necesite y un centro de apoyo en su localidad para completar la recuperación.
El Instituto de Neuro-rehabilitación Quirónsalud Pontevedra es un centro especializado en la atención integral a pacientes con daño cerebral adquirido, que atiende a pacientes en régimen ambulatorio y a 32 personas en internamiento. Cuenta con una plantilla de 77 profesionales.