El centro penitenciario de A Lama ha vuelto a la normalidad horas después de que se viera obligado a activar el protocolo de alerta biológica, tras haberse detectado el envió a la prisión de un sobre sospechoso en cuyo interior había polvos de color blanco.
Fuentes oficiales de la Guardia Civil, que también puso en marcha el protocolo especial de seguridad ante casos de Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (NRBQ), han confirmado que fue el propio personal del centro penitenciario el que detectó el sobre sospechoso y dio la alerta. Fue sobre las 12.45 horas de este miércoles en la oficina postal de la prisión.
Desde Instituciones Penitenciarias han explicado que el nombre de un hombre árabe iba como remitente de la misiva, dirigida al director de la prisión, José Ángel Vázquez.
Se trata de una carta que ya en un primer momento no pasó el dispositivo de seguridad. El personal penitenciario abrió el sobre y descubrió que en el interior había una sustancia polvorienta de color blanco, de modo que actuó siguiendo el protocolo establecido para estos casos, que supone simultáneamente activar la alerta biológica, alertar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y restringir el acceso a la zona en la que se detecta el incidente, en este caso, el área de oficinas.
En concreto, se ha procedido a aislar a los trabajadores que abrieron el sobre y nadie pudo ni entrar ni salir de esa zona en concreto del penal. Esos dos funcionarios pudieron abandonar el centro, tras las medidas preventivas tomadas por su salud,
La Guardia Civil envió al centro penitenciario a especialistas NRBQ, que se llevaron una muestra del polvo que contenía el sobre. El envoltorio, precintado, quedó depositado en la sala de la junta de gobierno. La estancia será descontaminada mañana jueves por un equipo llegado de Madrid, que se hará cargo del sobre y su contenido.
Esta no es la primera vez que se vive una situación similar en A Lama. En febrero del año 2015 ya se había detectado un sobre dirigido al director de la prisión con una sustancia polvorienta de color blanco que obligó a activar el protocolo anticontaminación. Las pruebas de toxicidad realizadas al material que se encontraba en el sobre en aquel momento habían dado resultado negativo.