Pepe Vieira, el flamante ganador de dos Estrellas Michelín para su restaurante de Raxó, no para. Recién llegado de Toledo, ciudad en la que se entregaron estos galardones, los planes se le acumulan. "Ha sido un año muy efervescente, el más potente de mi carrera", ha explicado.
"Ha tocado así", ha subrayado el cocinero pontevedrés, que ha abierto la puerta de su 'biestrellado' establecimiento para reflexionar con la prensa sobre todo lo que le ha ocurrido en estos últimos días. "Es un momento de mucha alegría", añade.
Más allá del restaurante de Camiño da Serpe, ahora ampliado con un hotel con catorce habitaciones, Pepe Vieira recuerda que hace apenas un año rehabilitó el Pazo da Buzaca, en Moraña, en donde ahora concentra todos los eventos que organiza.
A ello se suma también La Ultramar, el restaurante que regenta en los bajos del edificio Sarmiento del Museo, que "funciona estupendamente", según su responsable.
Su 'imperio gastronómico' crecerá el próximo año, si todo va acorde a sus planes, con el asador que pretende abrir en la antigua Ferretería Varela, en la Plaza de Curros Enríquez, que se convertirá en su segundo restaurante en la ciudad de Pontevedra.
Eso sí, si la burocracia se lo permite. "Se ha retrasado solo", apunta el cocinero. El proceso administrativo para obtener la licencia de obras se ha demorado más de lo previsto, si bien confía en que las obras de rehabilitación del local puedan comenzar "lo más pronto posible".
Así, entre las previsiones que maneja Pepe Vieira, estaría marcado en el calendario que las obras empiecen "en un mes, más o menos".
El fuego en este nuevo restaurante "será un ingrediente más de la cocina" porque, según Vieira, "aporta sabor y carácter a todo lo que cocinas". Apenas habrá gas. Todo se cocinará con leña y carbón en torno a una enorme brasa y un horno, según consta en el proyecto.
El nuevo restaurante tendrá dos espacios diferenciados. La planta baja será un lugar de "tapeo y cañeo desenfadado" con mesas altas y la zona superior, la más noble del edificio, la bodega y el restaurante.
Entre ambos estará el corazón de este proyecto, una cocina acristalada que se podrá ver desde todo el restaurante y desde la calle. "Ese es el denominador común de nuestros restaurantes, que la gente pueda entrar en las cocinas", destaca su responsable.