La Operación Balmis toca a su fin. Después de tres meses de presencia militar en diversas localidades de las comunidades autónomas de Galicia, Asturias y Castilla y León para combatir el avance del coronavirus, las tropas de la Brilat se repliegan.
Desde la declaración del estado de alarma, los integrantes de la base de Fiegueirido tomaron las calles con el propósito de apoyar la acción del Estado, ayudar a la población en la lucha contra la propagación de la Covid-19 y colaborar con el resto de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Después de 98 días de alarma y finalizada la Operación Balmis, desde la Brilat agradecen a la sociedad de las tres comunidades en las que se desplegaron para por "su excelente predisposición con sus militares". Asimismo, reconocen la labor de los trabajadores e internos de las 219 localizaciones desinfetadas, "especialmente a los de las residencias de mayores por el cariño con el que han recibido a los militares; a los trabajadores del hospital Universitario Central de Asturias por facilitar el trabajo durante los 94 días de despliegue en la estación de triaje y test rápidos; a la Guardia Civil y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por los apoyos y la colaboración demostrados; a todos los particulares y empresas que desinteresadamente han colaborado y a los ciudadanos que han apoyado, aplaudido y animado a los militares de la Brilat", detallan desde el seno de la Brigada en un comunicado.
En este operativo participaron una media de un centenar de militares y 27 vehículos al día. "La mejor recompensa es la del sentimiento del deber cumplido y las muestras de agradecimiento y cariño que los ciudadanos han transmitido", concluyen agradecidos desde la Brilat.