La Brigada Galicia VII, la Brilat, ha vuelto a desplegarse este miércoles en dos localidades en las que los ciudadanos ya empiezan a estar acostumbrados a ver a los militares, Poio y Marín, para realizar funciones de vigilancia y reconocimiento en el marco de la operación Balmis y de la aplicación del estado de alarma.
En el caso de Poio, este martes los militares realizaron patrullas por Combarro y este miércoles regresaron al municipio, pero para patrullar por nuevas zonas.
En Pontevedra, como es habitual, realizaron patrullas conjuntas con agentes de la Policía Nacional por distintas calles del centro.
Además, el despliegue de las unidades de la Brilat también incluyó este miércoles 1 de abril misiones de presencia y reconocimiento en Ourense, Porriño, Oviedo y Gijón.
Este despliegue tiene el objetivo de reconocer las zonas más conflictivas e infraestructuras críticas en cuanto a riesgos de contagio y establecer un enlace sólido y eficaz con autoridades locales para facilitar los cometidos de presencia y vigilancia de militares en la ciudad en caso de incumplimientos de las medidas establecidas por el estado de alarma decretado por el Gobierno a nivel estatal.
Los equipos de descontaminación NBQ (Nuclear, Bacteriológico, Químico) de la Brigada se desplegaron este miércoles para realizar labores de desinfección en la residencia Doral en Vigo y en las estaciones de tren y autobús de Pola de Siero, en Asturias.
Asimismo, la Brigada asumió misiones de apoyo para el despliegue de la estación de triaje en el Hospital Central de Asturias en Oviedo (HUCA) y labores de apoyo a la Guardia Civil de control fronterizo en Arbo, Salvaterra, Tui y Tomiño.
Esta actividad de la Brilat se realiza en el marco de la operación Balmis, que coordina el Mando de Operaciones, relativa al despliegue de las Fuerzas Armadas en toda España para luchar contra la pandemia producida por el virus COVID-19.