"Te miran mal si vas al supermercado o a una tienda. Somos normales. Hay personas que son malas, pero eso pasa con todo el mundo. Pido igualdad y respeto a todo el mundo". Son palabras de Adelina Augusto, una mujer de 30 años, madre de tres niños de corta edad, que ha obtenido el título de la ESO recientemente y cuyo único deseo de cara al futuro es que sus hijos "trabajen como una persona normal y corriente y que no nos miren de lado. Poco a poco espero que vayamos alcanzando nuestras metas".
Adelina acudía este lunes al despliegue de la bandera gitana en la Casa da Luz con motivo de la celebración durante esta semana de un programa de actos relacionados con el Día Internacional del Pueblo Gitano, que se conmemora el sábado 8 de abril.
En la acción de este lunes participaron el concejal de Benestar Social e de Iguladade, Marcos Rey y los concejales socialistas Iván Puentes y Yoya Blanco, acompañados por Rebeca Flórez, mediadora intercultural de la Fundación del Secretariado Gitano y un grupo de personas pertenecientes al colectivo.
"É un pobo que cada vez me agrada máis pola súa cultura. Cada vez está máis integrado", indicaba Rey durante el acto señalando que desde su departamento están en marcha varios programas de formación para fomentar el empleo entre este colectivo. Recordó que la mayor parte de la población gitana en Pontevedra reside en el barrio de Monte Porreiro y destacó la importancia de la aprobación, en junio de 2022, de la Ley Integral para la Igualdad de Trato y No Discriminación, en la que se incorpora al antigitanismo como delito de odio en el Código Penal.
Rebeca Flórez también incidió en la aprobación de esta Ley porque "queremos un lugar en la sociedad. Somos ciudadanos de primera. Queremos apostar por los derechos como cualquier ser humano". En todo caso recordó que continúan existiendo prejuicios a la hora de alquilar o de ser empleado en una empresa.
Afirma que en los programas de educación y empleo que promueven se encuentran con "pegas" a la hora de presentar convenios de prácticas en empresas para que acepten estudiantes gitanos. "Pero una vez que se trabaja con ellos y las empresas introducen a estas personas a hacer prácticas se superan muchos esterotipos", afirma la representante de la Fundación del Secretariado Gitano.
Mateo Ríos es un estudiante que ha logrado trabajar en una empresa de mensajería y realizar prácticas en una cadena de alimentación y en una gasolinera. "Espero que me llamen para cubrir en verano", indica después de haberse formado en varios cursos de empleo. Sara Díaz estudia en la Fundación ECCA y combina estudios para acceder a un ciclo formativo y trabajo.
"Con esfuerzo todo se consigue y hay que seguir siempre hacia delante", aseguraba durante el acto en el que también se encontraba José Manuel Díaz Blanco, conocido como "Segovia". Él, ya un hombre veterano, afirma que "es un gran día para el pueblo gitano" al comprobar que se están superando las barreras de la discriminación.