La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha acogido este martes una vista oral crucial para determinar el camino que seguirá la investigación del conocido como crimen de Ponte Caldelas, en el que Marcos Vidal González confesó haber matado al marido de su ex novia, Manuel Rivas Muíños.
La vista sirvió para revisar los recursos presentados por la defensa del único acusado y la familia del fallecido, que piden que también se investigue a la esposa de la víctima, Sandra M.A, como colaboradora necesaria para que Marcos Vidal cometiese el crimen.
Las partes ya realizaron esta petición en varias ocasiones, pero la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra le negó la petición, de modo que presentaron escritos de apelación ante la Audiencia Provincial. Este martes, según ha trascendido, se ratificaron en esos recursos y los argumentaron mientras que la Fiscalía de la Audiencia Provincial expuso su postura.
La vista de apelación se celebró a puerta cerrada, de modo que no han trascendido detalles, pero sí que el fiscal del caso, Jesús Calles, se opuso a esos recursos presentados por las partes. Ahora, la Sección Cuarta de la Audiencia deberá decidir si responde a sus peticiones y abre la investigación también hacia Sandra M.A. o si, por el contrario, considera que la instrucción debe seguir su curso con Marcos Vidal como único procesado.
La decisión de la Audiencia será clave para en la instrucción de esta causa, que se abrió hace casi dos años, el 28 de noviembre de 2015, y que, según fuentes judiciales consultadas, podría estar próxima al cierre. En función del resultado de estos recursos, continuará o podría archivarse ya de forma inmediata.
El abogado de la familia de la víctima, Andrés Malvar, argumenta en su recurso que "se debe proceder, ante la omisión de la juzgadora, a la investigación de Sandra M.A." y critica que la jueza "no ha tenido la delicadeza ni de contradecir mínimamente" las alegaciones que presentaron en el recurso de reforma.
La jueza -y también el fiscal del caso- concluyeron en peticiones previas que "al menos por el momento no existen motivos que justifiquen la imputación" que solicitan la acusación y la defensa basándose, entre otras pruebas, en el testimonio del acusado, las presuntas mentiras de la mujer y los registros de llamadas y mensajes de ambos. Ambas partes sostienen que la relación que ella asegura que se había acabado dos años atrás cuando ella retomó el matrimonio con el fallecido seguía en el momento del crimen y Sandra colaboró en el mismo.