La armadora del Villa de Pitanxo acusa a los peritos judiciales de "aventurar" conclusiones técnicas

Marín
01 de febrero 2024

AMYA Abogados acusan a los peritos judiciales "incurrir en graves errores técnicos", que los peritos de parte de la armadora achacan a una "falta de familiarización con la maniobra pesquera". Además, les afean que "los técnicos de la CIAIM aventuran, siempre con apoyo en testimonios de parte interesada" algunas conclusiones

Responsables del Grupo Nores, armadora do Villa de Pitanxo, tras declarar en la Audiencia Nacional
Responsables del Grupo Nores, armadora do Villa de Pitanxo, tras declarar en la Audiencia Nacional / EFE / Zipi

 La empresa armadora del buque Villa de Pitanxo, Grupo Nores, ha salido al paso este jueves del informe pericial sobre el naufragio del buque en Terranova (Canadá) publicado esta semana.

El documento señala, en sus conclusiones, que "la causa más probable del hundimiento del buque de pesca Villa de Pitanxo fue un error humano del capitán", pero los armadores restan importancia a las conclusiones de estos peritos, hablan de "errores" de valoración e incluso les reprochan que "aventuran" conclusiones. 

A través de un comunicado, AMYA Abogados, que lleva la representación de la armadora, acusan a los peritos judiciales de "incurrir en graves errores técnicos", que los peritos de parte de la armadora achacan a una "falta de familiarización con la maniobra pesquera". Además, les afean que "los técnicos de la CIAIM aventuran, siempre con apoyo en testimonios de parte interesada" algunas conclusiones.

El informe lo elaboraron los dos peritos judiciales nombrados por la Audiencia Nacional para la pericial del accidente. Son técnicos que habitualmente trabajan con la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) que, en este caso, dejaron este organismo al ser asignados como peritos judiciales.  

El informe apunta a un error del patrón al mando durante la operación de virada del aparejo, que concretan en una mala gestión por su parte de la maniobra tendente a "desembarrar" el aparejo del fondo. Según la armadora, ese embarre "lo dan los peritos por supuesto" y "lo basan exclusivamente" en la declaración del Samuel Kwesi Koufie, el marinero natural de Ghana que sobrevivió al naufragio, junto con el patrón, Juan Padín, y su sobrino, Eduardo Rial.

Los abogados de la armadora señalan que las imágenes de la inspección submarina del Villa de Pitanxo "muestran que el aparejo no está embarrado" y concluyen que "no hay que ser técnico para poder determinar que si no hay evidencias de que la red estuviese arrastrando, mal se puede producir un embarre".

Según estos letrados, "los peritos que están analizando el informe por parte de la defensa de la armadora "están perplejos con la falta de base de esta parte del informe" y señalan que la suposición de los peritos "no es siquiera consistente con el relato de Samuel".

Además, apuntan a que el embarre es también "incompatible" con las últimas velocidades y posiciones de la caja azul y del AIS, que muestran una velocidad de deriva compatible con una parada de la máquina, que es la versión a la que se aferran tanto el patrón como su sobrino y la armadora.  

"Criminalizar a un patrón por que hubiese podido cometer un error en la gestión de una maniobra no resulta muy justificado"

Los letrados aseguran que "todos esos errores, y muchos más que contiene el informe, están siendo analizados y serán puestos de evidencia por varios técnicos con conocimientos de maniobra pesquera".

Además, insisten en que los informes de técnicos de la CIAIM "deben de ser tratados con mucha cautela", puesto que en investigaciones similares arribaron a "conclusiones incorrectas y sorprendentes" y señalan que hay casos importantes donde los tribunales rechazaron las conclusiones de tales informes "poniendo de relieve los graves errores en que incurrían".

Con respecto a la hipótesis del error del patrón, señalan que "aún careciendo de base", consideran que "criminalizar a un patrón por que hubiese podido cometer un error en la gestión de una maniobra no resulta muy justificado".

"Todo el mundo parece olvidar los dos golpes de mar relatados por los tres supervivientes a su llegada a puerto, determinantes para que el buque perdiese su estabilidad tras la parada del motor" afean los abogados.