Los hermanos Nuria y José apenas podían contener las lágrimas este lunes cuando salieron de la sede de Afundación en Pontevedra. Acudieron a aportar su grano de arena para los afectados por la DANA y, cuando quisieron explicar sus motivos, se rompieron.
Su ayuda llegó en forma de un carro cargado de alimentos, una aportación "por lo que está pasando allí", pero la emoción les invadió pensando en sus recuerdos en Valencia -"estuvimos mucho tiempo yendo allí en Navidades"- y por la gravedad de lo que está sucediendo.
"Nos gustaría que si fuese la situación al revés la gente nos ayudase también, ya no es porque sea Valencia", explica Nuria, que sostiene que muchas veces "no cuesta nada" sacar un hueco para ayudar.
Durante los últimos días, cientos de pontevedreses han sacado su hueco particular para acudir a la sede de Afundación, punto en el que se recogen alimentos y material de limpieza e higiene que luego se entregarán al Banco de Alimentos de Valencia.
Hasta el domingo, se habían recogido 2.471 kilos de comida y 5.498 unidades de productos que resultan difíciles de contabilizar por peso, como los de higiene íntima o infantil, productos de limpieza o recipientes de pequeño tamaño.
Durante este lunes, la llegada de aportaciones ha sido continua. Muchos evitaron a la prensa, aunque quisieron aclarar la importancia de colaborar "porque nos puede pasar a cualquiera".
Personal de Afundación recoge las donaciones en la sede central y también en el Café Moderno, donde van organizando y contabilizando todo lo que reciben.
Alimentos no perecederos como galletas, pasta, legumbres y arroz, cereales, productos sin gluten o sin azúcar, leche, agua, zumos, latas de conserva, embutidos, frutos secos o alimentos infantiles se van acumulando. Al lado, productos de limpieza e higiene, como gel hidroalcohólico, antiséptico, alcohol, agua oxigenada, compresas, tampones, toallitas íntimas, gel o champú.
Todo es bien recibido, si bien, siguiendo las indicaciones del Banco de Alimentos de Valencia, desde Afundación recomiendan no donar ropa. Sí se está pidiendo ahora, de forma puntual, calzado impermeable.
Quienes se acercar a donar buscan "ayudar" y no consiguen ocultar su emoción. Es habitual que los ojos se les llenen de lágrimas. A Ángeles le emoción la invadió al recordar "el dolor que me produce todo lo que va a pasar esa gente y lo que queda por construir",
Llevó conservas, galletas y "chocolate para los niños" y tiene intención de realizar también una aportación económica para intentar colaborar ante la "auténtica desgracia" que se está viviendo.
"No sabe uno ni qué hacer porque todo lo que se haga es poco y es una tragedia inmensa y más que va a haber todavía, sobre todo las vidas humanas" reflexiona esta pontevedresa.
Ana es otra de las donantes anónimas que llevó un carro lleno este lunes "porque la gente precisa ayuda y ya que los gobiernos no toman la acción, pues la tomamos los ciudadanos".
Valencia es una ciudad "muy especial" para ella, pues vivió allí muchos años y todavía conserva amigos, pero, al margen de ese vínculo, llama la población a "moverse". Ella aportó productos de primeros auxilios como tiritas o vendas, material de limipieza, artíclos de higiene íntima e infantil y sacos de alimentos para mascotas.
En estos momentos, Afundación está recogiendo material en el marco dle programa solidario 'Cultura por alimentos', pero no saben cuándo se realizará el envío, pues los tiempos los marca el Banco de Alimentos de Valencia.
Quizás acabe enviándose dentro de unos días, cuando la oleada inicial de solidaridad se vaya reduciendo y la ayuda sigue siendo necesaria en las distintas zonas afectadas.