Juan Carlos I pisa Sanxenxo tras dos años fuera de España

Sanxenxo
19 de mayo 2022
Actualizada: 21:24

Ha sido sobre las siete y cuarto de la tarde cuando el Gulfstream G450 contratado por el monarca, que había salido de la capital de Emiratos Árabes justo ocho horas antes, ha tomado tierra sobre la pista de aterrizaje del aeródromo vigués. Juan Carlos I regresa así a España tras casi dos años de exilio en Abu Dabi. Ya está descansando en casa de Pedro Campos, en Sanxenxo

Llegada a Sanxenxo del rey emérito Juan Carlos I PontevedraViva

En medio de una gran expectación mediática y con la presencia de numerosos ciudadanos que, agitando banderas españolas, han acudido a recibirle. Así ha llegado el rey emérito a la casa de Pedro Campos, el lugar en el que se alojará durante su estancia de tres días en Sanxenxo.

El coche que ha traído a Juan Carlos I directamente desde el aeropuerto de Vigo hasta Nanín, lugar de residencia de Campos, ha llegado sobre las ocho y cuarto de la tarde, apenas una hora después de que el avión privado que le trajo desde Abu Dabi aterrizara en Peinador.

Lo ha hecho, igual que en el aeropuerto, saludando con la mano a los reporteros gráficos apostados en la puerta del domicilio para inmortalizar este momento.

Cuando el coche se acercó a la vivienda, un aplauso del vecindario que incluso se subía a los muros y esperaba en el arcén se impuso a la polvareda de los medios de comunicación. Y,  antes de entrar en la vivienda, el rey emérito bajó la ventanilla del coche, saludando y sonriendo a los ciudadanos que le aclamaban entre aplausos.

Eran las 20.10 horas de este jueves, poco menos de una hora después de que aterrizase en Vigo el avión Gulfstream G450 contratado por el monarca, que había salido de la capital de Emiratos Árabes justo ocho horas antes, se posó sobre la pista de aterrizaje del aeródromo a las 19:15 horas tras recorrer los 6.067 kilómetros que le separaban de Vigo.

El coche lo conducía Campos, el monarca iba de copiloto y en los asientes traseros viajaban la infanta Elena y la esposa de Campos. Tras ellos, otros vehículos que trasladaban las pertenencias de Juan Carlos I. Le abrían paso agentes de la Guardia Civil y responsables del equipo de seguridad del emérito, que coordinaron todo el dispositivo de seguridad en el exterior de la casa de Pedro Campos.

Su íntimo amigo Pedro Campos, acompañado de su esposa, Cristina Franze, y de la Infanta Elena, esperaron en Vigo al rey emérito a pie de pista con su coche particular, en el que le llevaron hasta Sanxenxo.

La infanta Elena, con quien su padre se fundió en un cariñoso abrazo, había llegado horas antes, también a Vigo, en un vuelo comercial de Iberia procedente de Madrid.

Vestida de blanco y con uno de sus característicos sombreros, fue recogida por una furgoneta, para ser trasladada a la terminal y esperar por su padre.

Nada más bajarse del avión, el monarca quiso demostrar que es capaz de caminar sin muletas y se metió en el coche, desde el que también saludó a los reporteros que le esperaban.

Pedro Campos explicó este jueves que, en principio, los planes de Juan Carlos I pasan por quedarse en casa hasta mañana, saludando a sus amigos más íntimos e intercambiando impresiones acerca de su regreso y de la regata que comenzará este viernes.

Tras descansar de su viaje, mañana acudirá a la recepción oficial que le brindará el Real Club Náutico de Sanxenxo y prevé participar en la reunión de patrones previa a la competición. Será entonces, según Campos, cuando decidirá si se embarca u opta por ver la prueba a distancia.