En los últimos meses, la Policía Nacional ha recibido en la Comisaría Provincial de Pontevedra varias denuncias por lo que se ha bautizado como sextorsión, un delito cada vez más habitual en la actualidad en el que las víctimas sufren un chantaje bajo la amenaza de publicar material sensible de contenido sexual.
Según la información facilitada por la Policía Nacional, en Pontevedra hai constancia de varias víctimas que han sido amenazadas con la revelación de información, fotografías o vídeos sobre su intimidad.
En todos los casos, la investigación corresponde al Grupo especializado en Ciberdelincuencia de la Brigada Provincial de Policía Judicial.
Uno de los métodos utilizados por los delincuentes es simular un encuentro en el mundo virtual. Tras establecer un contacto de carácter amistoso con potenciales víctimas, pasan a un encuentro más íntimo a través de internet, con intercambio de vídeos entre las dos partes.
Una vez que los delincuentes tienen en su poder material sensible, exigen un pago a la víctima para no difundirlo entre sus contactos.
Otro modus operandi que han detectado en Pontevedra es el de hacerse pasar por organizaciones criminales dedicadas a la prostitución y al proxenetismo.
Los clientes de esta actividad contactan para contratar un servicio de índole sexual y tras este primer contacto, comienzan a recibir constantes comunicaciones de supuestas mafias criminales que realizan amenazas de todo tipo para que les paguen por servicios que no se prestaron o por hacer perder el tiempo a las chicas y chicos.
Las amenazas son de todo tipo, desde causarles lesiones o la muerte a las víctimas y a sus familias, a la divulgación entre sus contactos de que han utilizado servicios de índole sexual o de su orientación sexual.
La Policía Nacional lanza una serie consejos para evitar convertirse en víctimas de este tipo de delitos. Como medida preventiva, recomiendan no difundir ni intercambiar datos personales sin estar absolutamente seguros de que se realiza en un entorno controlado y a personas de completa confianza.
Si ya sufren la extorsión, aconsejan no ceder a chantajes ni amenazas; no realizar ningún pago solicitado; y conservar la calma, no alarmarse y pensar antes de actuar.
Además, siempre es necesario ponerse en contacto inmediatamente con la Policía Nacional para denunciar los hechos y minimizar sus efectos.