La Policía Local de Poio y los vigilantes de la cofradía de pescadores de San Telmo han interceptado a dos mariscadores furtivos, conocidos por el sector por su reincidencia, con veinte kilos de almeja japónica que habían extraído de la playa de Cabeceira, en Lourido, una zona actualmente cerrada al marisqueo por la toxina.
El operativo se desarrolló durante la mañana de este jueves 16 de mayo, después de detectar a estas dos personas faenando en una zona que está clasificada como prohibida y cerrada por las autoridades marítimas y sanitarias para la extracción de molusco ante la alta concentración de toxina que se registra.
Los tres agentes de la Policía Local y los dos vigilantes de la cofradía lograron localizar rápidamente a los furtivos cuando éstos huían a pie por la playa con las almejas.
Los sacos contenían 20 kilos de bivalvos, de los que nueve kilos eran de tamaño antirreglamentario, inferior a la talla mínima exigida para su extracción, que fueron devueltos en su totalidad al mar.
Los dos furtivos, de 26 y 23 años, son vecinos de Poio y ya son conocidos por las autoridades por sus múltiples antecedentes por marisqueo furtivo.
Una muestra del molusco fue remitida al laboratorio del Centro de Investigación Marino para verificar si la concentración de toxinas da resultado positivo.
De ser así se procederá a investigar penalmente a los dos furtivos por un presunto delito contra la salud pública, mientras que en caso negativo serán denunciados por una infracción administrativa ante los órganos competentes de la Xunta de Galicia.