A sus 89 años, María Inmaculada Paz Andrade se convirtió en la primera pontevedresa investida doctora honoris causa por la Universidade de Vigo en un acto celebrado en la Escuela de Ingeniería Forestal, en el campus de Pontevedra.
El Consello de Goberno de la universidad acordó el pasado 21 de marzo otorgar su máxima distinción a Paz Andrade o Ada, como le gusta que le llamen, que en esta jornada se convertía en la honoris número 27 en la historia de la institución académica en un acto en el que destacaba que "ya me sentía unida a esta universidad, ahora lo estoy mucho más por este nexo tangible".
Considerada una referencia mundial en los ámbitos de la microcalorimetría y calorimetría diferencial de barrido, esta catedrática de Física Aplicada fue la primera mujer nominada, en 1979, visiting research professor de la Universidad de Manchester. Previamente, en 1964, fue también la primera profesora adjunta interina en la USC, donde en 1983 se convertiría en la primera catedrática de Física Aplicada y cerca de tres décadas después sería también la primera investigadora reconocida con la medalla de oro de la Real Sociedad Española de Física.
Paz Andrade se convirtió asimismo en la tercera mujer, tras la bióloga estadounidense Lynn Margullis y la poeta y traductora canadiense de ascendencia gallega Erin Moure, en recibir el diploma, el birrete, el libro de la ciencia y de la sabiduría, el anillo, los guantes blancos y la medalla que la distinguen como honoris causa,
Fue en un acto en el que el catedrático de Física Aplicada José Luis Legido, responsable de proponer su candidatura junto a Marta María Lado, ejerció como padrino de esta "mujer pionera", que, destacó, dedicó "45 años sin descanso a la investigación científica".
El rector en funciones de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato y el rector de la UDC, Julio Abalde, presidieron un acto que reunió en la Escuela de Ingeniería Forestal a diferentes autoridades. Entre ellas, la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor; el secretario xeral de Universidades, José Alberto Díez de Castro; o el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares.
En el que será uno de sus últimos discursos antes de abandonar el cargo, Mató destacó los méritos de Paz Andrade, quien fue su profesora de Física al llegar a la USC. "No me pasó desapercibida. Ni de aquella, ni ahora. Mujer pionera que se impone en un mundo totalmente masculino donde predominaban en el azul marino y el gris oscuro", aseguró Mato, que dijo aprender de la nueva honoris a capacidad de escuchar, al tiempo que destacó su compromiso con su país.
En su intervención, Inmaculada Paz Andrade ha explicado que comenzó sus estudios de Ciencias en la Universidad de Santiago "sin entusiasmo ni vocación", que era la medicina, para después descubrir que "me encantaba trabajar en el laboratorio".
Así comenzó una larga trayectoria como investigadora en la que introdujo la microcalorimetría en España y creó escuela en esta especialidad, tanto que en 1994 la prestigiosa revista "Journal of Chemical Thermodynamics" le dedicó un número monográfico.
Paz Andrade ha recordado además que en sus tres décadas de colaboración con la Universidad de Manchester trabajó, entre otras investigaciones, en el desarrollo de una fórmula del complejo que sustituiría al platino como catalizador en el análisis químico de hidrocarburos.
Durante su trayectoria, ha dirigido 39 tesis de doctoramiento, ha publicado cerca de 20 libros y ha coordinado 29 proyectos de investigación, entre ellos uno centrado en el desarrollo de sistemas informáticos para luchar contra los incendios forestales en Galicia, que impulsó en 1999 en colaboración con más de cuarenta especialistas.
Su nombramiento como doctora "honoris causa", ha explicado, es un honor que "me llena de alegría" y ha aprovechado para reivindicar una Universidad de Vigo "más sensible" a las necesidades de Galicia y la creación de una facultad de ciencias geológicas que lleve el nombre del "extraordinario" científico gallego Isidro Parga Pondal.