Una clase de microbiología de la USC es el germen de una de las empresas pontevedresas más reconocidas en la actualidad: Hifas da Terra. Creada hace 17 años por la bióloga Catalina Fernández de Ana, este proyecto emprendedor dedicado a la micología es una compañía puntera en un sector, el biotecnológico, que para la Xunta es ya "estratégico" para el país y por el que va a apostar fuerte en el futuro.
Así lo ha señalado Alberto Núñez Feijóo durante la visita que realizó en la tarde del jueves a las instalaciones que Hifas da Terra tiene en Bora.
Allí ha comprobado el trabajo que esta empresa realiza a través de varias líneas de negocio firmemente consolidadas, que van desde la alimentación o los cultivos de plantas forestales, hongos y setas hasta la aplicación de estos productos en campos como la cosmética o la biomedicina aplicada al ámbito oncológico.
Durante su recorrido por la empresa, en el que también han participado el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, o el delegado territorial en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, Núñez Feijóo ha hecho hincapié en la importancia que tiene la formación y la innovación para impulsar proyectos como el de Hifas da Terra "soubo combinar o produto galego coa innovación precisa para aproveitar as potencialidades da materia prima".
Feijóo ha recordado que son varios los premios que ha recibido este proceso de crecimiento sostenible, basado en el I+D+i y la diversificación, y se ha mostrado convencido de que "serán moitos máis os que vai acadar nun futuro próximo".
Hifas da Terra, cuyas instalaciones ocupan siete hectáreas de la finca conocida como A Quinta das Cabadas (Bora), cuenta actualmente con un valor de marca de más de 10 millones de euros y ha logrado triplicar su facturación en los últimos tres años.
Tiene más de sesenta personas implicadas en este proyecto y exporta sus productos a países tan dispares como Francia, Portugal, Italia, Suiza, Reino Unido o China.
Desde su creación la compañía ha logrado además numerosos reconocimientos por su apuesta por el desarrollo sostenible del medio rural, generando valor añadido en torno a la micología.
Lo ha hecho fomentando, señalan desde la empresa, la labor de sus propios investigadores y el cuidado y el mantenimiento del bosque autóctono gallego, especialmente a través de la recuperación del castaño.