Gloria Blanco (PSOE) y Pepa Pardo (PP), socias en la abogacía y 'enemigas íntimas' en la política

Pontevedra
13 de marzo 2019

Cuando comenzaron a trabajar juntas ni Pepa Pardo ni Gloria Blanco podían siquiera imaginar que, además de compartir bufete de abogados, acabarían enfrentándose en unas elecciones. Ahora, cuatro años después, lo harán como las respectivas números 2 de Rafa Domínguez y Tino Fernández en las candidaturas que PP y PSOE presentan a las municipales de mayo.

Pepa Pardo y Gloria Blanco, en la puerta de sus respectivos despachos
Pepa Pardo y Gloria Blanco, en la puerta de sus respectivos despachos / Mónica Patxot

Cuando comenzaron a trabajar juntas ni Pepa Pardo ni Gloria Blanco podían siquiera imaginar que, además de compartir bufete de abogados, acabarían enfrentándose en unas elecciones. Ahora, cuatro años después, lo harán como las respectivas números 2 de Rafa Domínguez y Tino Fernández en las candidaturas que PP y PSOE presentan a las municipales de mayo.

Se conocieron a través de varios amigos en común -hace ya unos 16 años- y, tras coincidir en los juzgados, decidieron unir sus caminos y compartir el mismo despacho de abogados en el centro de Pontevedra. "Trabajamos muy bien juntas", explica Gloria. "Llevamos temas parecidos y tenemos mucha sintonía".

"Yo confío mucho en ella y ella también en mí", añade Pepa, que fue la primera en dar el salto a la primera línea política cuando Rafa Domínguez la incluyó en su ejecutiva y, muy pronto, la presentó como su 'mano derecha'. Para ella, el PP siempre fue el "partido de casa". De hecho, su tía ya había sido concejala en Pontevedra con Alianza Popular en 1983.

Su compañera recuerda que "desde el minuto 1" sabía que Pardo se sumaría al proyecto del PP en Pontevedra porque "sabía que Rafa y ella eran muy amigos" y que en su círculo más cercano "siempre tiene mucho peso lo que ella dice". Los halagos son mutuos. Pepa afirma que 'Yoya', como la conocen sus amigos, es una mujer "muy válida".

Lo suyo, sin embargo, sí fue algo más inesperado. Acabó siendo la número 2 del PSOE porque así lo decidieron sus militantes en las primarias celebradas recientemente. "Llamé a Pepa para decírselo porque quería que se enterara por mí y cuando se lo dije no pudimos dejar de reír, no éramos capaces de hablar", recuerda Gloria entre risas.

Para ella, los socialistas siempre han sido su 'hogar político'. Su bisabuelo ya fue militante a principios del siglo XX y sus tíos también estuvieron vinculados al PSOE de Pontevedra y Marín. Ella, reconoce, se afilió tras el "terrible" comité federal que forzó la dimisión de Pedro Sánchez. Tenía claro que "quería hacer lo que hice", luchar por el regreso del ahora presidente.

Eso sí, sus respectivas ideologías nunca han provocado problemas entre ellas. "Tenemos la habilidad de que cuando llegamos a un punto que no se puede sobrepasar sabemos frenar", explica Gloria. Es algo bueno en un despacho en el que, según Pepa, "nos encanta debatir", especialmente de política, "pero siempre desde el respeto".

Sus discusiones son, sobre todo, sobre política nacional. "Somos diametralmente opuestas", reconocen las dos mujeres. "Yo soy sanchista y a ella le rechifla Pablo Casado que yo, como comprenderás, no lo puedo soportar", explica 'Yoya'. Pepa, por su parte, bromea con que a su socia "le falta objetividad porque encuentra guapísimo a Pedro Sánchez".

"Yo y el 99,9% la sociedad", matiza la socialista, "si hasta Broncano le llama Hot Sexy Peter".

Más en común tienen cuando analizan la situación de Pontevedra. Gloria Blanco entiende que el modelo urbano de la Boa Vila "gusta mucho", pero se debe exportar al resto del municipio y satisfacer las necesidades del rural y de los barrios. Pepa Pardo coincide en que Pontevedra "necesita más" y que este modelo "hay que llenarlo".

Explican que, a veces, entran en sus respectivos despachos para comentar noticias y que "yo me preocupo cuando Pepa y yo estamos de acuerdo en algo", asegura la socialista entre risas. Ella, según su compañera, "es la que más alza la voz", algo que suele suceder cuando esos debates son en una cafetería cercana.

Ahora, esos diálogos se trasladarán al pleno de la corporación ya que, pase lo que pase el 26M, ambas serán concejalas del PP y del PSOE. Las dos esperan que con sus respectivos jefes de filas como alcalde. Tienen claro que en los plenos "debatiremos lo que tengamos que debatir y allí se quedará", subraya Pepa Pardo, "saldremos y nos iremos a tomar una coca cola".

Esta dinámica, además, confían en que no cambiará su trabajo en el despacho porque, según Gloria, "aquí no traeremos cosas de partido" y saben que habrá cosas que "no podremos hablar". Ninguna de las dos, eso sí, quiere pensar cómo compatibilizarán trabajo, familia y política aunque la popular asegura que "todo es cuestión de amoldarse". Lo que esperan, sin ninguna duda, es que lo que la abogacía ha unido no lo separe la política.

Archivado en