No ha llegado en el momento más sencillo, pero nada le quita el ímpetu. Este fin de semana se completa el primer mes del general Luis Cortés Delgado como nuevo responsable de la Brigada Galicia VII, Brilat, cuatro semanas en las que se ha encontrado una Brigada todavía recuperándose del sobre esfuerzo de haber cerrado hace escasos meses dos misiones simultáneas de seis meses en Mali y Líbano y en las que ya ha vivido en la base General Morillo el ejercicio anual de adiestramiento 'Toro-19', el más importante que lleva a cabo el Ejército de Tierra y que durante la última semana -hasta este mismo domingo- se realizó de forma simultánea en varias localidades de España simulando una operación de combate generalizado. El reto era importante, pero la vitalidad del nuevo general ha demostrado ser a prueba de cualquier sacrificio y ni las horas sin dormir lograron robarle el brío. Ni la sonrisa y el optimismo y sostiene que este ejercicio les ha venido muy bien para reestructurarse y recuperar su ritmo habitual de preparación para futuras misiones. En este entrevista, la primera concedida desde su llegada, analiza la situación actual y los retos futuros de la Brigada, y de las Fuerzas Armadas en general.
Decía días atrás que le ha tocado a usted el premio gordo al dirigir la Brilat. ¿Qué tiene esta Brigada para que valore tanto poder estar al frente?
Lo importante, que es una brigada. En una promoción en la que ascendemos 12 o 14 es muy difícil que te designen para una brigada; porque esto es el premio gordo, pero no es una lotería. Es una suerte que estés en el momento y en el lugar y que cumplas el perfil más adecuado para poder mandar una brigada. De todos los que ascendemos, a lo mejor dos vamos a mandar una brigada. Digamos que es una suerte que haya coincidido y, encima, esta brigada porque yo me he criado en una de un estilo muy similar, la Paracaidista. Esta brigada tiene un espíritu ligero, aunque ya poco a poco va cambiando hacia un espíritu medio, ya los medios son cada vez más pesados. Ahora tenemos ya BMR en Asturias y en el futuro tendremos los 8x8, un vehículo de ocho ruedas que va volcado un poco a mejorarla protección, los sistemas de armas. Parece ser que en 2024 seremos una de las brigadas que quizás, casi seguro, reciba este nuevo vehículos
Usted ya conocía el trabajo de la Brigada desde fuera. Ahora ya lleva un mes al frente, ¿qué le ha parecido lo que ha podido conocer desde dentro?
Yo ya conocía la Brigada porque había estado con ellos de maniobras, de misiones, había compartido ejercicios… Y venir aquí a esta brigada me ha dejado un poco sorprendido por cómo ha mejorado exponencialmente desde principios de los 90 que se incorporó a la fuerza de acción rápida, procedente de otro tipo de brigada más territorial a una brigada absolutamente expedicionaria y con una espíritu y una preparación que yo creo que, como decía el general Romero (su predecesor), es una brigada puntera. Si no la mejor, de las mejores del Ejército.
"La Brilat es una brigada puntera. Si no la mejor, de las mejores del Ejército"
No hay discusión, entonces, sobre que la Brilat ya está considerada una unidad puntera. ¿Qué más queda por hacer ahora?
Lo único permanente es el cambio, eso está claro, y más en el ejército. Permanentemente hay que estar cambiando, adaptándose a los nuevos escenarios. Hoy en día hay dos factores: la digitalización y los escenarios, que son tan cambiantes. El panorama geopolítico tan cambiante que tenemos hace que el espíritu de la guerra cambia. Y al cambiar el espíritu de la guerra, está cambiando el espíritu de la preparación de las unidades, mucho más ahora con la tecnología. La tecnología va a cambiar no solamente a la institución militar, a toda la sociedad. La digitalización va a ser una revolución muy importante y el Ejército no puede quedarse atrás. Antes las Fuerzas Armadas tiraban de la tecnología; ahora la tecnología va por delante de las Fuerzas Armadas y es importante adaptarse.
¿Qué retos se plantea para esta etapa que acaba de empezar?
La Brigada tiene que meterse en la senda de la Fuerza 2035, adaptar las unidades del Ejército de Tierra, en este caso la Brigada, a los futuros escenarios. Son tres fases. Hay una fase que ha sido conceptual, ver cómo será la guerra en el año 2035; una fase experimental para ver qué podemos encontrar, qué equipos necesitamos; y por supuesto hay una fase de implementación. Esto empieza ahora; en 2024 seremos la Legión y nosotros las primeras brigadas que recibamos los 8x8, este nuevo concepto de brigada.
En los últimos años se han realizado obras y mejoras en las instalaciones de la base General Morillo. ¿Están ya adaptadas a sus necesidades de adiestramiento o es necesario seguir realizando algunas actuaciones? Usted comentaba el día de su toma de mando que le gustaría ampliar la zona de adiestramiento.
Evidentemente, los único permanente es el cambio y la adaptación a los nuevos escenarios. Y lo que nosotros estamos buscando en ese apartado específico es tener espacios en los que seamos capaces de hacer nuestros pequeños despliegues. Estamos 2.000 personas y necesitamos espacio para adiestrarnos. Esta mañana hablaba con alguien y le comentaba que era como si a la Armada, en la base de Rota, le quitaran el mar y navegara por una calle. Es una comparación un poco fuerte, pero, oye, yo soy militar y necesitamos unas unidades y tenemos que desplegar. Yo no quiero decir que cuando vayamos a adiestrarnos por aquí tengamos que disparar o destrozar nada, nosotros garantizamos el medio ambiente. Somos personas que cuidamos el medio ambiente, lo demostramos, nuestros campos de maniobras son modélicos en este tema. Nosotros somos personas que nuestra presencia ya es seguridad. En una zona donde no patrulla nadie, que aparezcan militares creo que proporciona seguridad. No solo pedimos, también ofrecemos. Encima, casi no cabemos.
Supongo que le habrán puesto al día de los antecedentes de la brigada en ese sentido, con toda la polémica y el proceso judicial por la titularidad de los terrenos. ¿Cree que encajaría bien igualmente esta petición suya?
Bueno, eso pasó y hay una negociación que seguramente que fue la más justa. Creo que se ha llegado a un consenso; ahora, lo único que pido es ya que esos espacios no pueden usar para mi adiestramiento, pues buscar otros espacios. Y si algún día, con el tiempo, estos espacios se pueden utilizar, ya no para pegar tiros ni para meter vehículos, sino para adiestrarnos en nuestras pequeñas cosas: la zona de patrullas, montar una tienda de campaña y un centro de transmisiones, que son cosas que no molestan a nadie porque de lunes a viernes quizás no se utiliza mucho el espacio público y, si está ocupado para otras actividades, pues la coordinación y el buen hacer están ahí. Y al revés también, la parte nuestra del campo de maniobras, si alguien quiere pasar en bicicleta los fines de semana pues no ponemos pegas, nos parece bien que se utilice.
Su llegada se produce tras un año intenso con dos misiones simultáneas en Líbano y Mali. ¿Están ya recuperados del doble esfuerzo? ¿Cómo está siendo ese regreso a la normalidad?
Como siempre, es un proceso muy estudiado, muy encajado. Evidentemente, para ir a Líbano no pides no mismo que para ir a Mali. Para ir a Irak no es lo mismo que para ir a Letonia. De ahí, se van confirmando unidades para desplegarse y, a la vuelta, el tipo de misión que has preparado y has desarrollado no es la situación principal para la que nosotros nos preparamos día a día. Nosotros nos preparamos para la situación más demandante, la defensa de España de una agresión exterior; Dios quiera que nunca la haya. Preparándonos para eso, estamos seguros de que cubrimos todo el espectro de lo que nos pueden pedir . Es la parte más exigente. Si te preparas para lo más exigente, sabrás hacer lo demás. Ahora estamos en un ejercicio estos días que nos viene muy bien para retomar lo que la Brigada hace un año estaba haciendo, antes de irnos a Líbano o Mali. Ha habido cambios, ha habido que reestructurar a la gente para cubrir huecos y poder organizar el año lo más ordenadamente posible y ahora es el momento de reestructurarse. Este ejercicio nos ha venido muy bien.
"Se presume que en 2022 tendremos Irak y Mali. Pero es muy difícil hoy, a dos años y medio vista, decir lo que será"
¿Tienen ya en el calendario marcada alguna nueva misión? Se habla de 2022.
Se presume que en 2022 tendremos Irak y Mali. Pero es muy difícil hoy, a dos años y medio vista, decir lo que será; se puede adelantar, retrasar o no hacerse. Se pueden cerrar escenarios o aparecer nuevos escenarios y evidentemente todo esto se va distribuyendo y las exigencias son inesperadas. Somos gente que estamos preparada para lo que suceda en ese momento. Está cambiando todo, yo no podría garantizar ni aventurar que vamos a ir a Mali y a Irak. Veremos cómo evoluciona.
Sí tienen en el horizonte volver a integrarse en la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF) de la OTAN. En esta ocasión, ya no la liderarían, pero ¿qué supondrá para el día a día de la Brigada?
Sí, eso es una realidad. Es un reto porque ser parte de la primera respuesta de la OTAN es una misión importante. La Brilat fue la primera que formó e integró batallones de otras unidades de otros países multinacionales para liderar la VJTF y lo hizo tan sumamente bien que ha sido modelo. Ahora no aportamos la brigada, aportamos un batallón, pero es exactamente igual, hay que prepararlo muy bien. No solo de cara a que, de utilizarlo, tienen que hacerlo lo mejor posible, sino de cara a que la imagen de España y de la brigada están detrás. Es un reto importante.
Llega a la Brilat después de pasar por la Brigada Paracaidista y la UME, en el Estado Mayor Defensa, un trabajo muy diferente al que asumirá a partir de ahora. A nivel personal, ¿qué supone y cómo lo afronta?
Todo en la vida son pasos de cara a tu desarrollo profesional. Evidentemente, dónde lo hagas en el Ejército tiene sus diferencias, pero básicamente los conceptos básicos, las tácticas que se aplican y los procedimientos son prácticamente los mismos. Cuando llevas una brigada al final es una gestión de personal y cada rincón de España, cada unidad tienen su tradición, su personal, sus vicisitudes, su idiosincrasia, que es importante respetarla, tenerla en cuenta. No voy a venir yo aquí: vengo de no sé dónde que se hacía así. Además, esta brigada tiene muy buenas cosas: una calidad humana excelente, con una humildad y una capacidad de entrega y sacrificio que asombra. Lo más importante es que aquí la gente no te lo cuenta. En otros sitios te lo cuentan y te lo venden, pero aquí tienes que darte cuenta y es importante.
"Me ha asombrado la buena acogida y la amabilidad de la gente de esta tierra"
Hasta ahora no había estado destinado nunca en Galicia ni, por supuesto, en Pontevedra. ¿Se está adaptando?
Más que bien. La verdad es que estoy contento. Aparte de que llegué con sol, lo que más me ha impresionado es la bondad, el trato de la gente, que parece que llevas aquí toda la vida. No es porque yo sea el general de la Brigada, yo visto de paisano y voy a un bar. Me ha asombrado la buena acogida y la amabilidad de la gente de esta tierra.
Como última pregunta, creo que es obligado preguntar, en estos momentos, por la igualdad. Toda la sociedad avanza en esta materia, pero parece que el Ejército se ha quedado estancado
Si me habla de igualdad, no estoy de acuerdo. Si me habla de paridad, sí. Si me habla de número de hombres y de mujeres, estoy de acuerdo en que son más hombres. Pero si me habla de igualdad, yo creo que el Ejército es una de las instituciones dentro de la Administración modélica. A las estadísticas hay que remitirse. Si me dice paridad, no la hay. ¿Por qué? Primero porque la mujer entra en el año 88 y se integra en el 89 cuando sale de la academia, en el año 92 se le permite acceder a las unidades logísticas y en el 99 con la Ley de Carrera Militar, es donde la mujer accede a todas las ramas. Si tiramos desde el año 99 hasta ahora, es muy difícil que una mujer haya alcanzado la capacitación para ser oficial. Coroneles y generales de las armas todavía no hay ninguno. Sin embargo, hace poco ha llegado una mujer a general. Porque tenía la capacitación y el Consejo Superior del Ejército decidió que tenía los méritos suficientes para ascender. Paridad no hay.
¿De qué cifras estamos hablando?
El porcentaje de mujeres creció muchísimo y ahora está creciente, pero estancando. Lo que sí es verdad es que ha disminuido la tropa y han aumentado los oficiales. En la Brigada nuestra tenemos 7 oficiales, 29 suboficiales y 374 de tropa. El mes pasado, 12,3%, ahora estamos en un 12,2, ha habido mucha tropa y mucha masculina. Está claro que aquí todo lo que es el acceso a pruebas está absolutamente transparente. Y tú dices aquí: ¿quién es el mejor para hacer esto? Y nadie mira si son chicos o chicas. Con la mano en el corazón, creo que el ejército es una institución modélica; además, se persigue y se cuida. Todo lo que sea fallar en este tipo de aspectos, es ir en contra de la imagen no solamente del Ejército sino de lo que representamos, representamos a España. Nosotros, cuando salimos de misión, exportamos nuestros valores. Por desgracia en Afganistán o en Mali te dan ganas de echarte a llorar, de las barbaridades que hemos visto. Nosotros, precisamente, que hemos visto muchas barbaridades contra la mujer y contra el ser humano, estamos muy trillados. En las ocho misiones que llevo he visto de todo y le digo qué bien se está en España.
Pero aún tardaremos en que haya una mujer al frente de la Brilat, ¿no?
Al frente de la Brilat, sí, pero yo creo que en un batallón igual el año pasado o al siguiente nos sorprendemos y tenemos una mujer. No es difícil porque ya empieza a haber mujeres de las Armas. No hay ninguna coronel, pero son la punta de vanguardia de teniente coronel.