El incendio declarado el pasado domingo en las instalaciones de la antigua fábrica de cerámica de Pontesa sigue activo una semana después. Ya no hay llamas, pero sigue siendo necesario que los bomberos de Pontevedra acudan de forma periódica para realizar tareas para enfriar y empapar la zona y evitar, de esta forma, que se reactive y vuelva a haber fuego propiamente dicho.
Mientras toda la atención de los servicios de extinción sigue centrada en esta nave de la parroquia de Ponte Sampaio, el Concello de Pontevedra ha puesto también su interés en la antigua fábrica de La Cross en Alba, donde el grupo Nogar, a través de su filial Galigrain, tiene una actividad similar de almacenaje de grano. Al igual que Pontesa, esta instalación está autorizada por la Xunta de Galicia como lugar de almacenaje de grano procedente del puerto de Marín.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Eva Vilaverde, ha indicado este lunes que la inspección realizada por los servicios técnicos municipales el pasado viernes en esa nave de Alba permitió determinar que en esa nave sí había unas medidas de prevención de incendios que no tenían en Pontesa.
La inspección se realizó por la "alarma social que se creó" al ver grano almacenado y, a falta de que los servicios técnicos emitan su informe definitivo, se ha verificado que "sí existían medidas mínimas de extinción de incendios y de seguridad". Así, la inspección ocular les permitió verificar que tenían acceso a agua e hidrantes a disposición de los bomberos para el caso de que se produzca un incendio.
Eva Vilaverde considera que esto "lo que viene a confirmar es que la empresa sabía perfectamente que tenía que contar con estas medidas y que la nave de Pontesa no las tenía". Así, se "corrobora" que ahí sí hay medidas de seguridad que "no estaban puestas a disposición de los bomberos cuando chegaron a la nave de Pontesa" y que "aquí sí parece que existe".
Desde la empresa Galigrain aseguraron la semana pasada, a través de un comunicado, que sí contaban con todos los permisos y protocolos de seguridad y prevención de riesgos laborales necesarios, incluidas medidas antiincendios, pero el Concello lo niega.
En cuanto a la nave de Pontesa, Vilaverde explica que los bomberos acuden "periódicamente" para "poder enfriar y empapar" todo el material porque "sigue en combustión". Según indica, "cada vez que suben las temperaturas o el propio viento se incrementa, lo que hace es que se reactive y combustione más o puede encender incluso".
De momento, eso no ha pasado, no ha vuelto a reactivarse el fuego, pero sí sale humo de forma permanente y la concejala advierte de que "mientras la situación siga siendo la mismo y nos e haga nada con el material allí almacenado, la combustión sigue siendo la misma".
Los bomberos enfrían lo máximo posible desde el exterior, pero en el interior sigue la combustión y "una semana después, sigue habiendo la misma cantidad de grano almacenado". Según Vilaverde, la situación continuará "mientras la empresa no lo quite".