Vecinos afectados por la construcción de la subestación eléctrica del AVE en Bértola, junto a representantes de Concello de Vilaboa y Comunidad de Montes, se han reunido este martes con personal del Ministerio de Fomento, Red Eléctrica Española, Xunta y Deputación en la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra.
En esta reunión el Ministerio ha anunciado a los afectados por esta instalación que mantendrá la subestación en la parcela que ya se había elegido, propiedad de Red Eléctrica, pero al mismo tiempo ha decidido enterrar el cableado para minimizar su impacto ambiental.
Los vecinos llevan meses protestando contra la subestación al considerarla dañina contra la salud por "estar situada a escasos metros de las viviendas", además de afectar al patrimonio del municipio, como puede ser la ruta del Camino de Santiago.
Ante estas quejas el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, anunció la decisón de enterrar los cables y extender el protocolo a cualquier futuro tendido eléctrico que pueda llegar a la instalación en el futuro, entendiendo que "eso debería satisfacer las peticiones de los ciudadanos del municipio de Vilaboa".
Por su parte, el delegado regional de Red Eléctrica Española, Carlos González, ha asegurado que la subestación de Bértola cuenta con todas las autorizaciones necesarias y "es la que menor impacto medioambiental y visual causa porque está a pie de línea y es compacta".
Esta propuesta sin embargo no ha resultado del agrado del alcalde, el socialista José Luis Poceiro, asegurando que "no es nuestra propuesta y no nos gusta", mientras la teniente del alcalde, la nacionalista Ornela Salgado, sí valoró el "paso adiante" al defender que "cederon na súa intención inicial".
Con todo la postura municipal estará vinculada a la decisión de los afectados, que tienen previsto reunirse en la noche de este martes para estudiar la propuesta en la asamblea parroquial.