La autovía A-57, cuyo primer tramo está en construcción, enlazará con la autovía do Salnés en Curro (Barro). Así lo garantiza el Ministerio de Fomento, según ha trasladado este miércoles el Concello de Pontevedra, tras la sustitución de la pontevedresa Ana Pastor por Íñigo de la Serna al frente de esta cartera.
Técnicos de la demarcación provincial de Carreteras del Estado lo han confirmado en una reunión que han mantenido con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y el concejal de Infraestructuras, César Mosquera.
Esta continuidad era una petición expresa de Pontevedra, al entender que únicamente con el tramo en ejecución, entre Vilaboa y A Ermida, la autovía no tendría sentido como circunvalación de la ciudad.
Fomento ha explicado que las obras de la A-57 van "segundo o previsto" y, ha añadido Mosquera, se están realizando con "lentitude" por la petición del Concello de ser "moi coidadosos" con las afecciones que puedan provocar las obras en la zona, especialmente en A Fracha.
La previsión es que este tramo de 6,5 kilómetros, en los que se invierten 74 millones de euros, esté terminado a finales de 2018 o principios de 2019, según los cálculos de Fomento.
El segundo tramo de la A-57, que unirá A Ermida con Pilarteiros (Xeve), saldrá a exposición pública "nun meses", ha asegurado el edil del BNG. Es el paso previo a iniciar las expropiaciones y la consiguiente licitación de la obra, que esperan que se produzca a lo largo de 2018.
Más retrasado está el tramo que completaría los 21 kilómetros de autovía, entre Pilarteiros y Curro (Barro). César Mosquera ha explicado que Fomento ha aceptado las alegaciones presentadas con respecto a la conexión de la A-57 con el macronudo de Curro y la autovía do Salnés. Actualmente se está tramitando la declaración de impacto ambiental.