Fernando Molina, pionero de la investigación forestal y presidente de honor de la Asociación Forestal de Galicia, fallecía en las últimas horas a los 102 años de edad. Este jueves se desarrollaba su funeral en la iglesia de Campolongo.
Durante toda su vida se dedicó al conocimiento del monte. Fue el primer presidente de la Asociación Forestal de Galicia (AFG) en el año 1986, cargo en el que permaneció hasta el 2000. Durante los últimos veinte años ejerció como presidente de honor de la asociación, con una participación muy activo.
Nació en Pravia, en Asturias, en 1918, tras cursar estudios de Ingeniero de Montes en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid, llegaba a Galicia en 1947, donde comenzaba a trabajar en las instalaciones del actual Centro de Investigación Forestal de Lourizán, un espacio que llegó a dirigir entre 1959 y 1985.
Fue el creador de la Escuela de Capataces Forestales de Lourizán en 1954 con el funcionamiento de una metodología de enseñanza muy específica que le proporciona una acreditada fama en toda España por la calidad de la preparación de los profesionales que se forman en el Centro. Dos años más tarde, también creaba la red metereológica de Lourizán ante la necesidad de llenar las lagunas de datos climáticos. Esta red de información rigurosa sería modelo para toda España.
Entre sus principales trabajos como investigador destaca la mejora genética del pino gallego y del castaño. Además fue presidente del Consejo de miembros de la Unión de Silvicultores del Sur de Europa (USSE). Contribuyó en la creación del servicio de defensa contra incendios forestales de Galicia y en la elaboración de los Planes Forestales de Galicia y Asturias, además de ser un gran partidario de la utilización de la biomasa como generadora de energía y de la explotación de los recursos eólicos como fuente energética.