El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, se han hecho eco del enfado generalizado de la población gallega con las entidades financieras, especialmente con Abanca, debido al cierre de oficinas en distintas localidades que está dejando sin servicio a muchos vecinos, fundamentalmente del rural.
El titular del Ejecutivo gallego, ha defendido este viernes en Pontevedra que en España debería existir "una normativa para regular y fijar un mínimo de presencia del sistema financiero en los pueblos, con independencia del número de personas censadas". "Pero esto no es competencia de las comunidades", ha advertido.
Las entidades retiran oficinas y cajeros "no comparto esas decisiones", ha dicho Feijóo, antes de remarcar que, a su modo de ver, este tipo de cuestiones "deberían de tener un mínimo de regulación".
El presidente de la Xunta ha asegurado "comprender" que "las comisiones bancarias no son lo que eran, los tipos de interés en el entorno de cero y las dificultades del sistema bancario para mantener las oficinas", pero ha insistido en que, a su juicio, debería articularse alguna normativa para que en pueblos con menos habitantes "haya al menos un cajero para poder retirar dinero en metálico".
Dicho esto, ha recordado que en Galicia, para tratar de paliar este tipo de cuestiones, se ha sacado una línea de colaboración con los ayuntamientos, con el fin de poder "ofertar condiciones de espacio y económicas" para reponer cajeros en pueblos que ya no disponen de este servicio.
Por su parte, la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, exigió al presidente de la Xunta que busque soluciones inmediatas a este cierre continuado de sucursales bancarias en los concellos del rural gallego al considerarle "el responsable de lo que está pasando, un destrozo que deja a buena parte del vecindario sin un servicio indispensable para su vida cotidiana".
Silva instó a Núñez Feijoó a dar explicaciones "de su inacción" en este tema "amparándose en la manía de siempre de dar una patada hacia arriba y decir que hay que cambiar la legislación, cuando es el responsable último de lo que está ocurriendo después de imponer, como hizo, la privatización de las cajas de ahorros que fue un completo desastre como ahora se está demostrando. De aquellos polvos vienen ahora estos lodos", subrayó.
La presidenta provincial consideró, por ello, que Feijoó "está obligado a buscar salidas que frenen esta sangría. No podemos olvidar que en Galicia había cajas de ahorros que eran una garantía de servicios en el territorio pero que como Caixa Galicia estaba en bancarrota Feijoo obligó a las cajas de la provincia, que eran solventes, a ir a un proceso de fusión abocado al fracaso que fue y que tuvo como consecuencia la privatización".
"Este cierre de ahora, dijo, viene de aquella decisión del presidente de la Xunta. Por eso tiene que dar explicaciones, asumir responsabilidades y buscar soluciones", concluyó Carmela Silva.