¿Qué tienen en común el Ambulario Vírgen Peregrina, el 'edificio de la torre' en la calle Daniel de la Sota, el ya desaparecido edificio del Sanatorio Santa Rita, o la reformada plaza de toros con su cubierta? todos tienen el sello de la obra que dejó en Pontevedra el arquitecto Alfonso Barreiro Buján.
El que fuera arquitecto municipal durante la etapa pre-constitucional y principios de la democracia, fallecía en Madrid el pasado 28 de marzo, por causas naturales a los 88 años de edad, donde había trasladado su residencia hace unos años. En este contexto excepcional donde no hay lugar para velatorios o despedidas, Barreiro Buján, "parece que se nos ha ido por la puerta de atrás" lamentaba el que fuera presidente del Colegio de Arquitectos de Pontevedra, Manuel Abelleira.
Lo conoció bien Eugenio Jiménez Passolas, arquitecto y concejal socialista durante los mandatos de Rivas Fontán y Javier Cobián. Recuerda que Alfonso Barreiro, vigués de nacimiento y titulado como arquitecto en 1957, llegó a Pontevedra en 1973, cuando había tan solo diecisiete arquitectos censado en el área de Pontevedra. En aquel momento se incorporaban dos jóvenes arquitectos como el propio Jiménez Passolas y Celestino García Brañas, que también formó parte de la Corporación pontevedresa y presidía la entidad colegiada César Portela.
"Recuerdo que al poco tiempo de llegar, Alfonso me dijo: cuando quieras hacer algo en Pontevedra, vete a pensarlo a Vigo, porque aquí todo se sabe", rememora Eugenio. Además del legado arquitectónico que deja, Barreiro también estuvo implicado en la vida cultural de la Pontevedrade aquel momento por su densa formación cultural. Llegó a presidir el Cineclub en los estertores de la dictadura: "era de ideas progresistas y junto a Zulueta de Haz proyectaron películas muy interesantes que solo se veían en las grandes capitales españolas".
Estaba casado con Francisca de Paula, una jienense que tuvo su farmacia en las Galerías de la Oliva, y con la que tuvo un hijo, ingeniero aeronáutico. Fue el fallecimiento de su esposa, lo que motivó que trasladara su residencia a Madrid, para estar cerca de su hijo y sus nietos. No obstante, no se desvinculó de Pontevedra, donde solía pasar algunas temporadas en su domicilio próximo al Parador y no muy alejado del emplazamiento donde tuvo su estudio profesional en la calle General Martitegui.
Desde la Delegación de Pontevedra del Colegio de Arquitectos de Galicia han hecho público su pesar por "el fallecimiento de uno de los arquitectos más veteranos de nuestra Delegación", su presidente Anselmo Villanueva, avanzaba que está previsto que cuando la situación lo permita, realizar un acto de homenaje a Barreiro Buján. En sus redes sociales lo recuerdan en el reconocimiento que en 2011 le habían hecho con motivo de su 50 aniversario como miembro del Colegio de Arquitectos de Pontevedra.