Dos marineros que pertenecieron a la tripulación del Villa de Pitanxo antes del naufragio de ese pesquero en aguas de Canadá el 15 de febrero de 2022 declararon este lunes en la Audiencia Nacional que en el buque no se hacían los correspondientes simulacros de seguridad y que no se le asignaba a todos trajes de supervivencia, como marca la ley.
Ambos comparecieron este lunes en calidad de testigos ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga el naufragio, Ismael Moreno, al igual que comparecieron en calidad de investigados dos responsables de la armadora del buque, el Grupo Nores.
Los dos investigados fueron el armador y director general de Pesquerías Nores, José Antonio Nores, y su hijo y responsable de flota de la empresa, José Antonio Nores.
Se acogieron a su derecho a no responder a preguntas de los abogados de las familias de las víctimas del naufragio, pero sí respondieron a los de sus abogados, la empresa armadora y el capitán.
En su declaración, defendieron que el barco tenía todas las medidas de seguridad, también los citados trajes de supervivencia, asegurando que había para toda la tripulación, a pesar de que los cuerpos de los marineros que pudieron ser recuperados carecían de ellos y tampoco tenía uno de los tres supervivientes, Samuel Kwesi. Sí los llevaban el capitán del abarco y su sobrino, Juan Padín y Eduardo Rial, y se desconoce si los llevaban los trabajadores cuyos cuerpos no lograron recuperarse.
Estos dos investigados también negaron que la empresa presionase al marinero superviviente Samuel Kwesi, que denunció presiones para no contradecir a sus compañeros.
El abogado de parte de las familias de los fallecidos en el naufragio, Manuel Lampón, explicó, en declaraciones recogidas por la Televisión de Galicia, que los dos antiguos trabajadores del Villa de Pitanxo confirmaron cuestiones que ya había declarado también Samuel Kwesi, que "en el buque no se hacían los simulacros de salvamento y de supervivencia" y que tampoco se hizo justo antes de la última marea, a pesar de que el capitán aseguró que sí.
"Un testigo que estaba en ese momento en el barco ha manifestado que eso no es verdad, que él estaba allí y que no se hicieron simulacros", explicó el letrado.
Como ya había asegurado Samuel ante el juez, los marineros que en su día navegaron en el Villa de Pitanxo declararon que no se le asignaba traje de supervivencia y que en la cubierta superior del barco no había puerta estribor para acceder a la zona de balsas, de modo que la única vía de escape que tenía la tripulación era por debajo del puente.
Uno de esos marineros, que estuvo dos mareas en el buque luego naufragado en el año 2022, también declaró que en el pesquero se hacían jornadas "maratonianas" que duraban más de 24 horas y que el capitán solo les daba descanso para comer y desayunar; y solo 20 minutos o media hora hora como mucho.
Por la Audiencia Nacional también pasaron este lunes dos tripulantes del pesquero portugués Novo Virxe da Barca, que participó en el rescate del Villa de Pitanxo. En su caso, explicaron que habían visto algún cadáver en el agua con traje de supervivencia, si bien no supieron concretar detalles de cómo les vieron, sino solo que eran rojos y que no llevaban chalecos.
El testimonio de estos dos marineros coincide con los ya prestados el capitán y el primer oficial de ese barco, que ya declararon con anterioridad y firmaron unas actas notariales justo antes de que los contratase el grupo Nores. Pese a hacer las actas ante notarios diferentes en días diferentes, lo que dicen coincide al milímetro.
Tras los testimonios de este lunes, los abogados de las familias entienden que "salimos muy reforzados" en esta causa judicial, en la que están investigados los armadores y el capitán del buque.
Ahora, se practicarán nuevas diligencias de investigación, entre ellas, un informe de los peritos judiciales sobre las imágenes que captaron en el pecio.