Este jueves, 1 de abril, se cumplen 100 años de la fundación de la Misión Biológica de Galicia (MBG), por iniciativa de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (institución que tuvo un papel relevante en el desarrollo científico y cultural de España hasta su desaparición en 1936).
La Misión Biológica de Galicia es un centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desde 1939.
Su objetivo fundacional era realizar investigaciones y trabajos de biología aplicados a la agricultura y ganadería de Galicia.
Su primer director fue Cruz Gallástegui y en sus primeros años la labor se centró en la obtención de variedades vegetales y ganado porcino de buena calidad, así como en la transmisión de dichos conocimientos al sector agrario.
Sus primeras instalaciones estuvieron en Santiago de Compostela, en la Escuela de Veterinaria, que en 1927 se trasladó a León. En ese contexto, Daniel de la Sota, presidente de la Deputación de Pontevedra, junto con otras personalidades de la época, facilitó el traslado de la MBG a Pontevedra: en un primer momento, a la finca de La Tablada y, posteriormente, a la finca y Palacio de Salcedo, conocido como "Pazo de Gandarón", propiedad de la Deputación y su sede actual.
A partir de 1930 los trabajos de la MBG se centraron en la mejora genética del maíz y en la obtención de variedades de castaño resistentes a la tinta (una de sus principales enfermedades), esta última línea consolidada por Ernesto Vieitez.
La difusión en toda España de la raza de porcina inglesa Large White fue otro de los objetivos de la MBG y se fundó, por iniciativa de Miguel Odriozola, la piara, que pronto adquirió gran desarrollo y se difundió por todo el país para la mejora genética del ganado porcino.
En el periodo 1940-1950 la MBG consolidó sus primeras líneas de investigación sobre mejora genética vegetal y animal y fisiología.
Entre 1960-1973 se cerraron algunas de las líneas de investigación por jubilación o traslado de los investigadores. Se mantuvo la sección de Química Agrícola, bajo la dirección de Benito Sánchez, que inició el estudio de los suelos agrícolas de las provincias de Ourense y Pontevedra. Las investigaciones sobre genética vegetal sufrieron un parón hasta que, a partir de 1973, Amando Ordás retomó la línea de investigación de mejora genética de maíz, comenzando la recolección de variedades locales de maíz y el inicio de programas de selección y mejora.
A partir de 1980 se abrieron nuevas líneas de investigación y se incorporó más personal, lo que permitió desarrollar nuevos programas basados en más cultivos de importancia para Galicia: las legumbres, las brásicas y la vid. Se recolectaron y caracterizaron recursos genéticos de estas especies, conservadas en el banco de germoplasma de la MBG. Estos materiales son la base de las investigaciones que, a día de hoy, se realizan en el centro y que permiten ampliar conocimientos teóricos sobre la genética y mejora de los cultivos y desarrollar nuevas variedades resistentes a plagas o enfermedades, mejor adaptadas, tolerantes a diferentes estreses (frío, sequía, baja fertilidad del suelo...).
En la actualidad, la MBG se dedica fundamentalmente a la investigación agraria y forestal, ocupándose de los principales cultivos, y especies leñosas y ornamentales de Galicia. (Su línea de investigación global versa sobre los procesos genéticos, bioquímicos, metabólicos, moleculares, ecológicos y evolutivos que son relevantes para hacer más sostenible la agricultura y silvicultura, centrándose en diversas especies hortícolas, cereales y leñosas ampliamente cultivadas.
El enfoque es integrador, intentando abordar simultáneamente tres aspectos: resiliencia-productividad-calidad. Se estructura en dos departamentos: Genética y Mejora Vegetal y Viticultura y Forestal) y ocho grupos de investigación.