España cierra sus fronteras para frenar el coronavirus. Desde esta medianoche ningún ciudadano extranjero podrá entrar en el territorio español. Al menos, por vía terrestre. Así lo ha anunciado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Se trata de una medida que, según Grande-Marlaska, se adopta para "proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos y contener la expansión del coronavirus" y estará vigente hasta que esté activo el estado de alarma decretado en todo el país.
Esta decisión no afecta, en todo caso, a ciudadanos españoles que actualmente se encuentren en países extranjeros, que podrán regresar a su localidad de residencia, a trabajadores fronterizos o a quien acredite causa de fuerza mayor.
En el caso de Pontevedra, esta medida afectará a la frontera con Portugal, en donde según el ministro, se establecerán controles para evitar el acceso de extranjeros. A este respecto, no ha descartado que incluso se desplieguen efectivos militares para el control de estas fronteras.
El titular del Interior ha avanzado que existe la posibilidad de ampliar este cierre a las fronteras aéreas y marítimas, porque "nuestro objetivo es doblegar la curva de contagio del coronavirus y si las circunstancias exigen esas medidas, se adoptarán".
Grande-Marlaska ha explicado que estas restricciones tampoco tendrán efecto en el transporte de mercancías, para asegurar la continuidad de la actividad económica y preservar la cadena de abastecimiento; ni tampoco afectará al personal diplomático acreditado en España, siempre que hagan desplazamientos vinculados a sus funciones.
Además, el ministro ha garantizado que todos los países de la Unión Europea están unidos ante esta crisis de salud pública, por lo que ha avanzado que en las próximas horas podrían anunciarse medidas extremas coordinadas en todo el viejo continente.