La subida del precio del combustible es el detonante de la huelga del transporte que este martes vivió su segundo jornada y que dejó un amplio reguero de incidencias en todo el país y, en menor medida, también en la comarca de Pontevedra.
Detrás del paro no está ninguno de las grandes sindicatos, si bien es cierto que tanto UGT como CIG comprenden las reivindicaciones de los trabajadores y comparten en que el precio del gasoil "é un atraco", la huelga está promovida por una agrupación de autónomos y empresas del sector del transporte.
"Es un paro empresarial", puntualiza el responsable del área de transportes en Pontevedra de UCT, Enrique Pazos. Reconoce el portavoz de los trabajadores que a lo largo de esta jornada se han producido algunos incidentes "pero muy poco significativos", dijo sobre la presencia de piquetes informativos en polígonos como el de A Reigosa, en Pontevedra. En el resto de parques empresariales de la provincia la actividad, más baja de lo habitual, se ha desarrollado sin incidentes.
Más notables fueron los efectos de la huelga en el Puerto de Marín. "Se notó menos movimiento de camiones y algunas operativas de carga y descarga se vieron ralentizadas", reconocen desde la Autoridad Portuaria. En cambio, en otro polo industrial del entorno como es el de Ence la actividad se desarrolló sin ningún sobresalto, explican desde UGT.
Desde la CIG alertan también de que el paro, si bien no está provocando todavía desabastecimiento en los grandes superficies de alimentación porque los almacenes tienen todavía reservas, está afectando al suministro de materias primas en sus almacenes y que si la huelga continúa, algo que el portavoz de la central Xabier Aboi da por hecho, "agora teñen que seguir", apunta; en las próximas fechas los consumidores empezarán a notar las consecuencias.
"A CIG comparte as reivindicacións do sector, pero os empresarios cometeron moitos erros", puntualiza Aboi sobre las causas que han llevado a esta situación, en la que la subida del precio del combustible no es la única razón y recuerda que hubo autónomos que aceptaron la reducción de precios impuesta por las grandes distribuidoras alimentarias.
Por otro lado, como consecuencia del clima de falta de seguridad que se vive en el resto del país por la huelga, desde la Asociación de Comercializadores de Pescado de Vigo (ACOPEVI) y la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI) piden al Ministerio de Interior el establecimiento de un corredor seguro para el transporte de productos pesqueros perecederos desde los puntos de descarga hasta los lugares de comercialización.
Del mismo modo, invitan a todas las partes implicadas en el conflicto a la apertura de una mesa de negociación que permita desbloquear una situación que no solo afecta al sector del transporte, también a la industria pesquera.