El equipo multidisciplinar que está elaborando el estudio arqueológico del convento de Santa Clara recibía este jueves la inesperada visita de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva y el vicepresidente, César Mosquera que quisieron conocer de primera mano los avances logrados tras un mes de trabajo.
Durante este tiempo ya se han recuperado más de dos mil piezas y han actuado en veintiséis tumbas.
El director del Museo de Pontevedra, Xosé Manuel Rey, señalaba que "sorprendentemente os restos orgánicos están conservados e temos bastante esperanza de poder identificar desde patoloxías a procedencias, dietas e outras informacións".
También esperan poder aclarar cómo ha sido "a evolución e a transformación do convento o longo destes 750 anos".
César Mosquera ha apuntado que ya saben que "o muro actual de peche, que ten máis de 300 anos, non é o orixinal" ya que "había outros peches antes e posiblemente a entrada que coñecemos agora tampouco é a orixinal, que estaba en dirección contraria".
El cenobio pontevedrés se está revelando como "un auténtico labirinto, totalmente diferente aos demais mosteiros das clarisas que todos tiñan a mesma planta. É algo sorprendente", ha comentado el vicepresidente.
Respecto a las tumbas encontradas, han sido descubiertas en los jardines con estructuras semejantes a fosas cuyas funciones se desconocen por el momento.
Carmela Silva también ha admitido estar "sorprendida e marabillada" con las piezas localizadas hasta el momento en el cenobio "procedentes de toda Europa e de fóra" y sobre estas investigaciones que se iniciaron con el fin de evaluar la posibilidad de que el convento sea la nueva sede del Museo la presidenta de la Deputación ha apuntado que "aínda que non se destine a ese fin, merece a pena o investimento para estudar e tentar saber todo o que sucedeu aquí".