Mejor startup del mundo, mejor marca de motos eléctricas de Europa, marca española de ciclomotores eléctricos con más matriculaciones. Esto es, en tres titulares, Velca, una marca española de motos eléctricas que ha revolucionado el mercado con un vehículo de batería extraíble y recargable en cualquier enchufe doméstico. Y que tiene sello pontevedrés, el de Emilio Froján, su CEO, natural de Caldas de Reis.
Emilio Froján tiene apenas 30 años y un currículum que haría imaginar muchos más. Se formó en la Universidad de Santiago de Compostela y desde muy temprana edad tuvo muy claro que quería emprender, así que se marcó un itinerario laboral enfocado a lograrlo. Pasó por tres startups en distintas fases de desarrollo hasta que se vio preparado y se lanzó a montar una empresa.
Era febrero de 2020, a las puertas de la crisis sanitaria global de la covid-19, pero no le hizo desistir. Como socios, fichó a Cesar Flores (COO, director de operaciones), Marta Rosell (Directora de ventas), Sergio Soler (Director de Diseño), David Cepeda (Director de Operaciones) y Jose Campillo (CMO, director de márketing), todos antiguos empleados y luego co fundadores de Velca.
Él es la cara visible de la compañía, que en la actualidad tiene 30 empleados y su talento no para de recopilar premios. A principios de este año, fue elegido por la revista Forbes como uno de los 21 jóvenes ‘change makers’, los protagonistas del cambio de la sociedad que viene.
Ya antes, la empresa había sido reconocida en los Premios Expansión Startup en la categoría Movilidad y Smart Cities y desde entonces no han parado de llegarle reconocimientos: la mejor startup de Galicia en la Lacon Network, mejor startup del mundo en el Congreso Startup Ole y en noviembre, mejor marca de motos eléctricas de Europa en los Global Green Business Awards 2021.
Emilio Froján (Caldas de Reis, 1991) representará a España en el Startup World Cup en San Francisco en septiembre de 2022, poniendo a Galicia en el epicentro del emprendimiento a nivel mundial. Además, este caldense presume de origen allá donde va y su intención es presentarse en el acto con una bandera gallega.
Ese alma gallega de Froján se mantiene muy viva pese a los años que lleva fuera y regresa cada mes a Caldas. Procura aprovechar esas escapadas para acudir a ver los partidos del Pontevedra CF en Pasarón. Esa afición por el equipo de la ciudad la alimenta en Madrid, donde está asentado actualmente y es socio de la peña Territorio Granate.
Además de presumir de ADN gallego, mira por el bien de su tierra y fundó el Instituto Galego do Talento, "la mayor organización de Galicia que aglutina el talento migrado", que ha creado nodos en Nueva York, Australia, China o Argentina y busca "generar sinergias para aquellas personas que aman Galicia, pero que lamentablemente no podemos estar aquí".
Es habitual que le llamen para impartir charlas y formaciones para hablar de su experiencia exitosa y también en este aspecto le brota el orgullo gallego. "Decidí solo dar formaciones presenciales en Galicia porque quiero devolver al ecosistema emprendedor lo que me ha dado", reconoce
"Es un orgullo ser gallego y tener este reconocimiento", dice, presumiendo de nuevo de origen, y añade que asume esas formaciones también porque "creo que las universidades no están formando adecuadamente a los jóvenes para que puedan emprender de forma exitosa o, al menos, reduciendo al máximo el riesgo".
¿La clave del éxito? Él lo tiene claro: "prepararse mucho. Se piensa que esto es una cuestión de suerte, pero el éxito viene de gente que se ha rodeado de conocimiento". Además, quiere dejar claro que "para emprender, hay que ser una persona muy agradecida, porque vas a necesitar los favores de mucha gente y si no vas con una actitud amable o de servicio, es difícil que esos favores te lleguen".
Esas formaciones hablan de movilidad sostenible, de éxito empresarial y también de imagen de marca. Y es que Velca se ha llevado el Premio Nacional de Marketing, ha sido finalista en los E-commerce awards y es una de las startups del sector con más seguidores en redes sociales. Es parte de su estrategia y de la clave de su éxito.
"Trabajamos la marca desde las personas, desde los valores, desde las pasiones, desde las emociones. Nosotros no hacemos nada sin preguntar a nuestra comunidad", resume. Así, según explica, siempre que lanzan un nuevo vehículo hacen pruebas con sus clientes, con "personas que respaldan la marca". Es "una manera de trabajar que nos gusta porque nos da la confianza de estar creando algo que nuestros consumidores necesitan".
El camino hasta aquí no ha sido fácil. De hecho, lanza un mensaje a jóvenes que tengan inquietudes por emprender. "Un solo éxito esta formado por millones de fracasos". Y reconoce que los principios de la compañía fueron "meses muy duros, de muchísima incertidumbre", pues la pandemia les sorprendió con la empresa recién montada.
"Pero salimos adelante", es su mensaje optimista. La imagen de marca sobre la que gira la estrategia de la empresa les llevó a vender motos aunque no las tuviesen físicamente. "Dibujamos las motos con programas informáticos y la gente estaba dispuesta a comprarla aún sin verla ni probarla, y sabiendo que no la tendrían en medio año", señala con orgullo.
La de Emilio Froján es una historia de éxito y liderazgo reconocida por Forbes, pero que no ha cambiado su día a día. "La gente piensa que mi vida ha cambiado, pero no ha cambiado absolutamente nada, mis hobbies y mis hábitos siguen siendo los mismos, el tiempo que paso con al familia sigue siendo el mismo, el tiempo que voy a Galicia sigue siendo el mismo".
Este joven caldense en la cumbre del emprendimiento, sin embargo, iba para político. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Santiago porque "creía que la política era la herramienta principal de gestión del cambio social". Sin embargo, confiesa que "un día dejé de creer eso y empecé a creer que la herramienta era el emprendimiento". En su caso, además, también por el producto que ha puesto en el mercado, "nacemos para mejorar la salud de las personas y la calidad de vida en las ciudades"
En todos y cada uno de sus pasos, Galicia está muy presente y le encantaría tener en el horizonte un futuro más gallego, pero tiene asumido que es complicado. En estos momentos tienen dos centros de producción en China y uno en España y están montando uno en Polonia para una nueva división de la empresa, de bicicletas eléctricas y su sueño sería poder trabajar en su tierra.
"Me gustaría producir en Galicia, lo digo siempre, pero es una inversión muy alta y requerimos de apoyo de las administraciones públicas y de momento ese apoyo no ha llegado. Hay promesas, hay palabras, nada más", remata.