El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ya ha comenzado la investigación para aclarar las causas del incendio forestal declarado en la tarde de este lunes en Tenorio y que, 24 horas después, había arrasado más de 365 hectáreas de terreno en el Concello de Cotobade. Lo hace con todas las hipótesis abiertas, pero con la convicción de que "casi con un 99,90% -de probabailidades- ha sido provocado".
Al frente de esta investigación está el teniente Álvaro Lusquiños, jefe de sección del Seprona de Pontevedra. Este martes dirigió el equipo que comenzó a realizar un estudio de los vestigios físicos que dejó el fuego a su paso en la parroquia de Vilanova de Tenorio, el punto de Cotobade más afectado por el incendio, pero no necesariamente el lugar en el que comenzó a arder. De hecho, una de las hipótesis con las que trabaja la Guardia Civil es que se haya iniciado en una ubicación diferente.
El teniente Lusquiños indicó que "seguramente haya sido provocado" y que los investigadores ya tienen información sobre la hora y la zona de inicio, pero son datos que no se divulgarán hasta que concluyan todas las pesquisas. En estos momentos, se centran en recoger los primeros vestigios y también en entrevistarse con los posibles testigos, entre ellos las personas que han alertado del fuego y los vecinos de la zona, y recuerdan que "la colaboración ciudadana es importante".
De hecho, en la madrugada del lunes al martes, mientras el incendio ardía en toda su intensidad, estuvieron hasta las cuatro o cinco de la madrugada entrevistándose con bastantes personas de la zona. Ahora esa información recabada se complementará con las pruebas recogidas, si bien reconocen que "es muy difícil" tener pruebas físicas en un incendio porque suelen arder. Ante tal situación confían "en que nos ayude la gente".
El Seprona es un servicio con gran experiencia en investigación de incendios y la utilizará para aclarar lo ocurrido en Cotobade, pero se trata de pesquisas que pueden prolongarse días o incluso semanas. Una de las complicaciones que suelen encontrarse es poder determinar cuántos focos tienen los incendios. En este caso, por ejemplo, se baraja que hubiese varios, un mínimo de tres, pero en la zona en la que ardió se encuentran con un "hándicap importante", que es una zona plagada de eucaliptos y "la hoja de eucalipto es muy plana y con el viento vuela bastantes metros y suelen estar incandescentes". Así, puede iniciar "otros focos secundarios que nos pueden despistar a la hora de determinar los puntos de inicio".