La estabilidad se mantiene en el sector de la construcción en la provincia de Pontevedra, pero la coyuntura podría mejorarse si se consigue solventar la principal carencia: mano de obra. Este puede ser el resumen de la situación de la primera mitad de este 2024 y que replica lo detectado en los ejercicios más recientes por el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra.
“El principal escollo sigue siendo la falta de mano de obra” señala Manuel Rañó, presidente del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra y presidente del Consello Galego de la Arquitectura Técnica desde este mes de julio.
El déficit persiste tanto en las escalas más básicas, por ejemplo peones, como "trabajadores especializados en oficios estratégicos", esto es, titulados en Arquitectura Técnica que se requieren para dirigir los proyectos de construcción. Estos vacíos repercuten en una subida de los presupuestos inmobiliarios e igualmente en la ralentización del sector.
En esta tesitura, Rañó estima que habría que intervenir en la formación de futuros trabajadores de manera que se ponga en marcha un plan de choque a través de la Formación Profesional. “Necesitamos una planificación que incentive la incorporación de jóvenes y permita formarlos", estima; así como seguir incentivando "la presencia de la mujer en el sector de la construcción". Y para lo anterior apela a la implicación de las administraciones.
Otra circunstancia que persiste es el número mayor de expedientes de rehabilitación que de obra nueva. Durante esta primera mitad de 2024 en la provincia de Pontevedra supone un 69% frente al 31% de obra nueva. Si se compara con el mismo periodo en 2023, los porcentajes son del 67,5% frente al 32,5%. La tendencia es semejante en Galicia.
Además, mirando hacia el futuro, siguen confiando en la rehabilitación como motor del sector. Esta confianza se ratifica en la normativa y concretamente en la nueva directiva europea de Eficiencia Energética de Edificios, que "será más exigente e implicará la incorporación de energía renovable en los edificios edificados para el año 2050”.