La meteorología ha dado un respiro y la Semana Santa pontevedresa ha podido salir de nuevo a la calle. Eso sí, con cambios con respecto a los planes iniciales de las cofradías.
Y es que por la mañana sí han tenido que suspender la Procesión del Encuentro, una de las más espectaculares de esta celebración religiosa, que debido a la lluvia se ha tenido que desarrollar de una manera más íntima en el interior de la iglesia de San Bartolomé.
Pero los fieles han podido disfrutar este Viernes Santo de todo el esplendor de la Procesión del Santo Entierro, en la que han participado siete cofradías de Pontevedra. Aunque no todo fue perfecto, a las nueve y media de la noche, cuando la procesión encaraba su tramo final, empezó a llover, obligando a cortar abruptamente el desfile.
La comitiva, que partió a las ocho de la tarde de la basílica de Santa María, cambió ligeramente su recorrido tradicional debido a las obras en el lateral del Liceo Casino.
Así, la procesión tenía previsto pasar por Plaza de España, Riestra, Oliva, García Camba, Peregrina, Soportales, Fernández Villaverde y Michelena antes de regresar a la Avenida de Santa María, pero la lluvia obligó a acelerar el final de la marcha.
Como marca la tradición, tras la cruz parroquial y el calvario, procesionaron el Cristo resucitado (Corpo Santo), Nuestra Señora del Amor Hermoso y la Verónica (Nuestra Señora del Amor Hermoso), la Virgen del Mayor Dolor (Mayor Dolor) y Nuestra Señora de las Angustias (Silencio)
Le siguieron el Cristo yacente (Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas) y la Virgen de la Misericordia (Vera Cruz), tras las que pasó la Santa Cruz (Espíritu Santo), el clero y las autoridades para cerrar el desfile litúrgico.
Para este Sábado Santo, si la lluvia lo permite, está previsto el traslado de la imagen del Ecce Homo entre Santa María y O Burgo, procesión que incluirá siete paradas en el centro histórico.