Hasta 30 millones de euros en los primeros años de contrato. Es la cuantía de las inversiones que el Concello de Pontevedra pretende que haga la empresa que logre la adjudicación del nuevo contrato del agua. Así lo ha avanzado este lunes el portavoz del gobierno municipal, Raimundo González, que ha desvelado detalles sobre la futura licitación.
Los técnicos municipales están ultimando tanto el proyecto explicativo del servicio como los pliegos técnicos y administrativos. La intención es aprobarlos en Xunta de Goberno antes de que venza el actual contrato, el próximo mes de febrero.
Ante el retraso en la tramitación, el Concello deberá prorrogar el contrato de Viaqua aunque lo hará solo durante los meses que dure el proceso de licitación, ya que esta prórroga se vinculará con la nueva contratación.
Raimundo González ha explicado que inicialmente el gobierno municipal plantea la misma duración para el nuevo contrato, una adjudicación de 20 años.
La empresa recibiría, a expensas de las ofertas recibidas, una cantidad similar a la que cobra en actualidad: cerca de 6 millones de euros anuales, ya que se incorporan al contrato nuevas prestaciones como la red de abastecimiento construida por Acuaes o la nueva estación de bombeo de Monte Porreiro.
Los 30 millones de euros que, como mejora, ha incluido el Concello en el contrato estarían destinados prioritariamente a completar todo el saneamiento del rural que está pendiente de ejecución. En este sentido, el edil del BNG ha detallado que sería fundamentalmente en la zona norte del municipio y en la parroquia de Verducido.
Además del saneamiento del rural, el Concello ha introducido como mejoras en este contrato completar la red separativa de pluviales y fecales en el ámbito urbano, del que quedan aproximadamente unos tres kilómetros sin ejecutar. Es, en todo caso, un tramo cuya ejecución tiene una "especial dificultade", según Raimundo González.
Con ambas actuaciones, el saneamiento del municipio estaría completado.
Una tercera inversión tendrá que hacer la empresa adjudicataria. Se trata de dotar a todo el rural periurbano, las parroquias más cercanas a la ciudad, del servicio de abastecimiento de agua. En este primer "cinturón" entrarían Tomeza, Marcón, Lérez, Campañó o Mourente.
Todas estas mejoras, según el gobierno municipal, no incrementará el recibo que pagan los pontevedreses por este servicio. Incluso muchos de ellos podrían llegar a ver reducidas sus facturas, ya que la intención del Concello es empezar a cobrar por el consumo real -eliminando el mínimo establecido, de forma que quien menos agua consuma, menos pagará en su recibo.