Las lluvias registradas en las últimas horas no tendrán, según los expertos, una incidencia "significativa" a la hora de paliar los efectos de la sequía que sufre Galicia. Tanto es así que la Oficina Técnica da Seca, reunida este viernes en Santiago, propone declarar la situación de alerta en el sistema de explotación del río Lérez y de la ría de Pontevedra.
El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, ha explicado que después de analizar el comportamiento de ambas zonas durante todo el mes de octubre los técnicos determinan que el bajo caudal circulante obliga a cambiar la situación de prealerta a alerta.
Esta decisión se trasladará al comité permanente del consejo rector de este organismo y se convocará una reunión de coordinación con todos los ayuntamientos que se abastecen de este sistema, que son los de Pontevedra, Marín, Bueu, Poio, Sanxenxo, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro y Forcarei.
La intención de este encuentro será conocer directamente de la mano de los municipios afectados los datos relativos al volumen de agua que están captando, información sobre los usos del agua o sus necesidades, de forma que se pueda hacer una evaluación conjunta y proponer las medidas necesarias.
En la reunión también se analizó los indicadores meteorológicos y hidrológicos relativos al mes de octubre, que indican que fue el cuarto más seco de la serie histórica, de la que se concluye que la situación no mejoró y los sistemas presentan una tendencia a la baja.
Esta situación de alerta se mantiene en otros seis sistemas de toda Galicia.
El director de Augas de Galicia reiteró la necesidad de hacer un uso responsable del agua, porque Galicia registró un año hidrológico con un 30% menos de lluvia, y que un mes de noviembre con precipitaciones normales no va a mejorar sustancialmente la situación, aunque sí supondrá un cambio de tendencia.
"No se trata tanto de decir cuántos litros tiene que llover, sino que es tan importante cómo llueva y dónde llueva", explicó el director de Aguas, que aclaró que son necesarias precipitaciones continuas y constantes para que se produzca el recargo.
Señaló que los embalses gallegos son muy receptivos a la lluvia directa, pero los ríos necesitarán previamente que se filtre esa lluvia, ya que el terreno está muy seco y debe recuperar los niveles de humedad habituales. A partir de los pronósticos de Meteogalicia, la Xunta espera que a lo largo de los meses de noviembre y diciembre se normalice la situación y manera progresiva.