La Deputación de Pontevedra acaba de aprobar un nuevo reglamento de organización y funcionamiento institucional ( ROFI) para Príncipe Felipe. Este nuevo documento, según explica la diputada delegada Eva Vilaverde, pretende "modernizar e mellorar a xestión dos centros que conflúen na cidade infantil para garantir un servizo público de calidade aos menores".
El motivo de la puesta en marcha del nuevo reglamento es la necesidad de dar cumplimiento a la normativa legal sobre centros con menores. El anterior Reglamento de Régimen Interior (RRI) de Príncipe Felipe databa del año 2000 y, por lo tanto, no podía responder ni a las exigencias de la legislación vigente ni a las nuevas necesidades que se vinieron produciendo en las instituciones de acogida en los últimos años.
Por otra parte, a nivel interno, la dirección gerente del Príncipe Felipe apostó por contar con unas pautas de organización que garantizaran la actuación como servicio público y dieran homogeneidad a los métodos y criterios de trabajo en los procesos socioeducativos.
Príncipe Felipe resulta una 'rara avis' en el ámbito de los centros de acogimiento de menores, pues conserva la característica de macrocentro propia de épocas precedentes, pero también incorpora la actualización de servicios y personal adaptado a las nuevas exigencias de la atención socioeducativa (centros que cuentan con unidades de convivencia familiar y profundizan en la idea de la inserción de menores en ambientes semejantes a los de familias tipo).
Se trata de un centro de centros y de servicios auxiliares de esos centros, de ahí que se considerara "imperiosamente necesaria" el abordaje del ROFI para mejorar la coordinación y servir de referente y guía para actuar, según manifiesta Vilaverde.
EVALUACIÓN DE LOS SERVICIOS
En su propio nombre, el ROFI hace explícita la intención de abordar aspectos de más amplitud y calado que el anterior Reglamento de Régimen Interior: su finalidad no es meramente descriptiva y punitiva, sino que está orientado a la prestación de un servicio de calidad.
El nuevo ROFI tendrá como finalidades transmitir un concepto de organización formal y previsible; unificar criterios de actuación; abordar aspectos que son fundamentales como la acción socioeducativa, que estaba ausente en épocas anteriores; proporcionar seguridad en las actuaciones y una atención sometida a principios de derecho para el personal; responder a criterios de planificación, rigor y transparencia; garantizar el ejercicio de los derechos de trabajadores y usuarios y la asunción de sus deberes; definir las características de los instrumentos de planificación, gestión y rendición de cuentas; servir de instrumento de comunicación y de difusión; y actuar como marco de referencia en la elaboración de documentación interna de los centros.
Se trata de un documento de 340 artículos susceptible de revisión, vivo, que aspira a ser un elemento dinamizador para seguir ahondando en la mejora de la prestación del servicio por excelencia: la atención a menores en cualquiera de sus variantes. De hecho, por vez primera desde la existencia de la institución, el ROFI incorpora la obligatoriedad de procesos de evaluación de la actividad como elementos imprescindibles en la rendición de cuentas de cara a cumplir ese servicio de calidad, respondiendo así a la legislación existente en Galicia sobre la garantía de la calidad de los servicios públicos y de la buena administración.
"Queremos que Príncipe Felipe sexa unha referencia en atención e funcionamento", dijo Eva Villaverde.
DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS
Este nuevo reglamento está complementado por otros documentos elaborados en el 2016 y en el que va de este 2017. Algunos de ellos ya están aprobados (como es el caso del Proyecto Socieducativo Institucional, verdadero marco teórico de las líneas de intervención socioeducativa, los procedimientos de gestión de quejas y sugerencias y lo de reclamaciones en los centros de acogimiento), otros están en vías de revisión para proceder a su aprobación (protocolo de acoso y abuso sexual, protocolo de maltrato institucional, protocolo de violencia entre personas menores) y otros están pendientes de inminente aprobación por el órgano competente (protocolo de coordinación con los centros de escolarización y protocolo ante casos de agresión a personal).
"Cando chegamos a este goberno e abordamos a cuestión de Príncipe Felipe tiñamos claro que era necesario facer un intenso labor de modernización e mellora na súa xestión. Mellora en canto á eficiencia, transparencia e incluso á prestación de servizo. A nosa intención é seguir traballando cuestións para dotar a Príncipe Felipe de mecanismos e pautas de actuación coordinadas. Queremos que Príncipe Felipe sexa unha referencia en atención e funcionamento porque o noso interese é que mentres a Deputación se faga cargo deste servizo, este se realice coas máximas garantías legais e de calidade da atención para os e as menores usuarias", aseguró Eva Vilaverde.